Valentino Rossi no pudo obtener la primera fila en la salida de San Marino, pero se queda con las buenas sensaciones... y con su casco. Un casco original, sin duda, en el que aparecen cuatro pastillas de viagra que, según él, están para darle una "ayudita" a sus 41 años.

"Bromeamos con mi edad, porque a esta edad para hacerlo dos veces seguidas se necesita una ayudita extra. Hemos pensado en la pastilla de viagra. Ha hecho gracia, todos se lo han tomado bien", comentó entre risas.

Todo tiene su explicación eso sí, y es que esta es la primera de dos carreras seguidas en MotoGP: "Pensamos en qué era diferente con lo que en el 'paddock' llamamos doblete. Pensamos en cosas que se nos ocurrían con eso, con dos seguidas, y se me ocurrió esas fechas en las que éramos jóvenes y podíamos hacer el amor dos veces seguidas".

"Eso sí, hay que decir que mi hermano no ha tenido valor de decirlo para que mi madre no se entere... es muy religiosa. No creo que sea su casco preferido", admite entre bromas.

Aunque no tenga nada que ver con la viagra, las Yamaha están 'on fire' en San Marino: "Estoy muy contento de ver a nuestra moto así. En Austria sufrimos, pero aquí tenemos la mejor moto. Da gusto. No hay que olvidarse de las Suzuki, que tienen un gran ritmo".

"Este campeonato es increíble. Venimos de tener problema y ahora somos favoritos aquí. Estoy a 25 puntos del primero y soy séptimo, así que tengo que estar concetrado. Estos puntos son importantes para seguir en la lucha", cuenta.

Rossi además afirma que para él "es mejor" pelear contra quien lleva su misma moto: "La primera referencia en estos deportes es el compañero de equipo. Si llegas delante estás contento, y si no no se pueden poner excusas".