Jorge Lorenzo ya tiene la mirada puesta en Imola para su debut en el mundo del automovilismo. El piloto español anunció hace unas semanas su participación en la Porsche Cup Italiana de esta temporada, pese a que no estará presente este fin de semana en la prueba inaugural del campeonato que se disputa en Monza.

Una nueva aventura para Lorenzo, que competirá como invitado de la marca en una categoría que acompaña a la Fórmula 1. Se trata de un evento de categoría superior y que cuenta con pilotos que ya han participado en varias carreras con este tipo de vehículos a pesar de su juventud.

El expiloto de Yamaha, Ducati y Honda en MotoGP ya ha podido comprobar como se las gastan el resto de competidores. Después de unos test colectivos en la Porsche Italia en Monza, Lorenzo terminó en la posición 23 de los 32 participantes. Aunque se sintió orgulloso por su primera toma de contacto y su actuación, reconoció que "estar a dos segundos de los mejores no es algo que le guste".

El español ha comparado su primera experiencia con el Porsche y sus vivencias en MotoGP: "La moto es mucho más rápida en las rectas y acelera mejor, mientras que un coche es mucho más rápido en las curvas. En una moto, tienes que usar constantemente tu cuerpo para transferir el peso hacia adelante, hacia atrás o hacia los lados".

"Obviamente, eso no es posible en un coche. En el Porsche 911 GT3 Cup, debo usar el acelerador y el freno para transferir el peso del eje delantero al trasero. Todavía tengo que aprender esto. Creo que es posible que un piloto de motos cambie a un coche y sea competitivo, pero no es posible al revés", añadió.

A sus 34 años de edad, Lorenzo ha cambiado de mentalidad. En motos corría para ganar siempre, ahora en las cuatro ruedas tratará de divertirse sin ninún tipo de miedo, porque "en un coche vas muy protegido", aunque conducir el 911 GT3 Cup "es my exigente". "No tienes frenos ABS ni control de tracción. Por eso dicen que es el mejor coche para aprender y que si eres rápido con él, lo eres con cualquier GT", indicó.

El español está preparado para el reto y no se marca nigún límite: "Nunca he corrido en Imola, ni siquiera en moto. Además, mi debut será al más alto nivel posible con un Porsche 911 GT3 Cup. Los pilotos de la Supercup son los mejores del mundo con este coche. Será muy difícil para mí terminar entre los 20 primeros. Pero simplemente no podía decir que no a la oportunidad de correr en Imola frente a una multitud de Fórmula 1".

Coches de más de 515 caballos de potencia, 33 pilotos de 13 países diferentes y numerosos aspirantes a podios, hacen de la Porsche Supercup una competición apasionante. La ausencia de Michel Ammermuller, tres veces campeón de la categoría, colocan a Larry van Voorde como gran favorito, ya que logró conquistar el título los dos últimos años.