No le están saliendo las cosas a Pol Espargaró. Antes del término de la temporada pasada, el equipo Honda anunciaba que el piloto catalán sería el que acompañaría a Marc Márquez en el nuevo proyecto de la marca japonesa. De lo que tendría que haber sido una alegría para Pol, se ha convertido en un año aciago.

Dos octavos puestos como mejor resultado de la temporada y una frustración que no cesa. "No tengo ni idea de cómo solucionar nuestros problemas. Desde el Gran Premio de Qatar hemos probado de todo y ya no sé ni qué hacer", dijo Pol al término del GP de Austria, donde quedó decimosexto.

La comparativa con un Márquez mermado físicamente es llamativa: una diferencia de 18 puntos en favor del ocho veces campeón del mundo corriendo dos carreras menos que su compañero y llegando a ganar en el GP de Alemania.

Más allá de los resultados, las sensaciones que dejan ambos pilotos son opuestas. Marc va cogiendo sensaciones mientras que Pol parece no encontrar la tecla que le haga remontar, y desde el equipo empieza a haber preocupación.

"Está lejos de su capacidad y no está alcanzando todo el potencial de la moto. Está sufriendo y necesitamos trabajar con él para superar esta situación", dice Alberto Puig, team manager del HRC.

Unas palabras que denotan desesperación, y es que el pequeño de los Espargaró ni siquiera está siendo capaz de igualar los números del piloto al que relegó: Álex Márquez.

La temporada 2020 fue también complicada para el doble campeón del mundo en su año de debut en MotoGP. Sin embargo, dos podios suavizaron la situación, y dejaron a Álex con 67 puntos en la general en 11 carreras, las mismas que lleva ahora Espargaró.

A falta de siete carreras, Pol Espargaró está a tiempo de poder resarcirse y demostrar las aptitudes que demostró en KTM que llamaron la atención de Honda para ficharle.