Podio. Podio pero no por su coche. No por su Mercedes. Podio, por los problemas de los dos Red Bull. Ese puede ser el resumen, en pocas palabras, de la carrera de Lewis Hamilton en el GP de Bahrein. El inglés terminó tercero, pero nunca dio la sensación de tener un monoplaza para ganar. De tener un monoplaza competitivo.

Todo por un 'porpoising' evidente y un gran subviraje. Y una gran falta de velocidad en rectas que le hizo ser uno de los coches con menos velocidad punta de toda la carrera. A pesar de que en un comienzo se apuntó al motor, parece ser que todo está en una parte de la aerodinámica del coche.

Más concretamente, según ha confirmado James Allison, en el alerón trasero. Ha sido en palabras en el Youtube de Mercedes donde una de las cabezas pensantes de la escudería del aspa ha afirmado que todo el problema está ahí.

"Los alerones traseros son importantes en cuanto a la resistencia que tiene el coche y eso es muy importante en la velocidad a final de recta", afirma Allison.

Y prosigue: "Si miras los coches en rectas y solo te fijas en el alerón trasero, verás que llevábamos uno más grande".

"Habrá otras diferencias, pero no hay equipo que tenga claro nada. Serán pequeñas cosas, pero en los alerones sí que se pueden ver distinciones", cuenta Allison.

Poco a poco, Mercedes va dando con la tecla: "Toca encontrar mejoras, hay que poner fin a los rebotes sin perder rendimiento en el coche. Estamos trabajando duro en la fábrica para volver al frente de la parrilla"

De momento eso tendrá que esperar, y para el GP de Arabia Saudita, en Jeddah, ellos mismos se han descartado por la victoria al igual que hicieron en Bahrein.

Quizá sea en Imola cuando veamos a un Mercedes capaz de pelear por las victorias... o quizá este 2022 sea el año del auténtico cambio de ciclo en la F1 tras la victoria de Max Verstappen el pasado curso en Abu Dhabi.