Cinco victorias en cinco carreras. Ese es el bagajede Red Bull. Ese es el resumen de un Mundial, del comienzo de un Mundial que está pintado completamente de azul. Que ha hecho sonar hasta en cuatro ocasiones el himno de Países Bajos por Max Verstappen y en una el de México por Sergio Pérez. A su lado, salvo en Mónaco,Alonso. Siempre Alonso.Siempre un Fernando con un Aston Martin que quiere ganar.

Que son la alternativa más realista a ganar. Porque sí, necesitan el fallo de Red Bull, pero solo necesitan un fallo. No varios, como el resto. Tan solo que no tengan su día ni Sergio Pérez ni Max Verstappen. Y la temporada es larga. Muy, muy larga.

Eso bien lo saben en Red Bull. Bien saben que tienen limitación de túnel de viento. Y bien saben que el AMR23 es un peligro. Christian Horner, su jefe, ha reconocido que eso de ganar las 23 carreras va a estar más que complicado.

"Es mucho pedir... son muchas pruebas, y hay algunos circuitos urbanos. Además el tiempo puede agitar todo en algunas pistas como Silverstone", indica en 'Financial Times'.

Y prosigue: "La fiabilidad, la estrategia o incluso la suerte podría jugarnos una mala pasada".

"Ganar todas las carreras del año es algo inimaginable", insiste Christian Horner.

El jefe de Red Bull sabe, eso sí, que llevan buena racha: "Es el mejor inicio que jamás hemos tenido, pero iremos carrera a carrera... porque las cosas pueden cambiar".

"Ahora llega Europa, con grandes paquetes de mejoras. Mercedes tendrá un coche nuevo, y Ferrari tiene evoluciones. Es pronto, pero es fácil dejarse llevar por el presente", sentencia.