Aston Martinno tiene ganas de esperar a Mónaco. Quiere ganar, y quiere que eso pase ya. Para eso están trabajando, para eso están mirando cómo pueden evolucionar un coche, el AMR23, que es segundo del Mundial y que ha llevadoa Fernando Alonso a lograr cuatro podios en cinco carreras.Pero con eso solo no basta. Porque quieren ocupar el cajón más algo. Porque quieren el oro.
Sí, han señalado Mónaco... pero para eso quedan un par de semanas. La próxima está más cerca, y será, además, en el GP de Emilia-Romagna, en Imola. En San Marino. En una pista que trae muy buenos recuerdos a Fernando Alonso. Para dicha plaza tienen, según cuentan, un 'arma secreta'.
Una de la que han hablado en 'Formula Schmidt', el podcast de 'Auto Motor und Sport'. Según cuentan, una fuente les ha confirmado que tienen 'algo' que dará un gran impulso al monoplaza para San Marino. Uno que podría estar relacionado con los difusores o las suspensiones.
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Eso, unido al nuevo suelo y a los pontones que tienen pensado introducir, podría llevar a Fernando Alonso a pelear por la victoria mismamente en el próximo Gran Premio.
De momento, la cosa está funcionando. A pesar de la escasa velocidad punta que tuvieron en Miami, el DRS fue eficaz logrando una gran ganancia cuando tocaba abrirlo... y Alonso ya ha ido avisando de lo que puede pasar en San Marino.
"A partir de Imola..."
"A partir de Imola puede haber un cambio en el orden de la parrilla... según las mejoras que cada uno ponga", afirmó Fernando.
Porque este triplete de carreras que comienza en Imola y que acaba en Barcelona, con tres fines de semana consecutivos de F1, es clave para un equipo, para un Aston Martin, que mira a 2024 con cada evolución sin dejar de pensar en este mismo año.
Todo se ha adelantado en Silverstone... y en cuanto haya una opción Alonso estará, está, ahí.
Considerado "parte activa"
La UCO sostiene que Piqué fue "parte activa" en el contrato de la RFEF de Rubiales con Arabia Saudí para la Supercopa
El contexto Según el informe de la UCO al que ha tenido acceso laSexta, los investigadores atribuyen al exjugador un papel más relevante del que se creía en la adjudicación del contrato de la Supercopa de España.