Las claves del atentado
Un crimen planificado y una huida sin dejar rastro: lo que se sabe (y lo que no) del asesinato de Charlie Kirk
Los detalles Los cartuchos encontrados en el campus universitario contenían inscripciones que reflejarían que se trata de un individuo con una ideología extremista. Con un sospechoso ya detenido cabe esperar a que se confirmen estos extremos.

Resumen IA supervisado
El asesinato del activista trumpista Charle Kirk ha dejado al FBI con más preguntas que respuestas. Aunque se encontró el arma utilizada, una pistola Mauser de calibre 30-06, el caso sigue sin resolverse completamente. Un joven de 22 años de Utah ha sido identificado como el presunto asesino tras una búsqueda intensa y una recompensa de 100.000 dólares. El crimen parece haber sido meticulosamente planificado, con el disparo realizado desde casi 200 metros, lo que indica una alta preparación y sofisticación. Las inscripciones en los cartuchos sugieren una ideología extremista. Aún se desconoce si actuó solo, pero se sospecha que podría ser un 'lobo solitario'. La falta de claridad sobre las motivaciones y el entrenamiento del tirador mantiene a Estados Unidos en estado de incertidumbre.
* Resumen supervisado por periodistas.
Casi 48 horas después del asesinato del activista trumpista Charle Kirk, el FBI sigue teniendo más dudas que certezas. En un primer momento, lo único que habían hallado las autoridades estadounidenses era el arma con el que se habría efectuado el disparo letal, una pistola Mauser de calibre 30-06. Tras horas de huida y una petición de colaboración ciudadana con una recompensa de 100.000 dólares, los agentes han dado con el presunto asesino. Se trata de Tyler Robinson, un joven de 22 años de Utah.
El rifle hallado es un fusil de cerrojo, fiable y muy popular entre cazadores, pero limitado a un solo disparo en cada recarga, lo cual demostraría que se trata de un crimen perfectamente planificado, ya que el tirador no tenía margen de error.
"Era alguien que lo había planificado mucho, tenía mucha preparación y, además, tenía un arma de gran potencia", aseguraba el analista de seguridad Hal Kempfer antes de conocer la identidad del principal sospechoso, añadiendo que los casi 200 metros de distancia desde los que se efectuó el disparo demuestran "un cierto grado de sofisticación".
"No era alguien que simplemente sacó una pistola e intentó disparar", aclara Kempfer. El asesino de Kirk solo tuvo una oportunidad de realizar un disparo, y lo habría hecho desde un tejado en el que, unos momentos antes, varias presionas apreciaron una silueta. Además, la forma en la que huyó al instante y sin ser visto corrobora la teoría de que se trata de un crimen en el que todo, hasta la escapada, estaba perfectamente planificada.
El perfil del tirador
A la espera de la declaración de Robinson, las inscripciones en los cartuchos que fueron hallados en el campus universitario donde se produjo el crimen apuntan a que se trata de un individuo con una ideología extremista.
Aunque se desconoce si el asesino contaba con colaboradores, los antecedentes en este tipo de crímenes hacen pensar que lo más probable es que se trate de un 'lobo solitario'. "Hemos visto muchos de estos lobos solitarios, son individuos que vienen solos con su propia pistola", contextualiza Hal Kempfer.
Tampoco se saben las motivaciones concretas ni el entrenamiento del tirador, dejando en el aire muchas incógnitas que mantienen en vilo a Estados Unidos en relación con el crimen que ha traumatizado a todo un país.