Lo que parecía un sueño antes de la bandera a cuadros se convirtió en una pesadilla desde casi el arranque de la carrera. Fernando Alonso partía segundo tras una increíble clasificación bajo la lluvia de Montreal, pero no tardó en torcerse el plan del domingo.

Al bicampeón del mundo de Fórmula 1 no le dio tiempo a entrar a boxes en el primer virtual safety car y, hacia la vuelta 20, su Alpine A522 comenzó a dar los clásicos fallos de fiabilidad a los que nos tiene acostumbrados esta temporada.

El motor comenzó a dar problemas, la velocidad punta del asturiano bajaba y sus rivales se alejaban. "Increíble, estoy perdiendo segundos en las rectas", indicó Alonso por radio.

"Entendido", le replicó el ingeniero, a lo que Fernando no se quedó callado: "¿Qué hacemos? Es decir, todo el mundo me adelantará".

"Es increíble, la de tiempo que perdemos en las rectas. Qué mala suerte, tío", añadió el ovetense, que se encontró con la misma respuesta desde el muro: "Entendido".

Al final, tras 'navegar' contra los fallos de la unidad de potencia y después del coche de seguridad provocado por Yuki Tsunoda, 'Magic' salió séptimo tras Ocon, que le dio DRS para defenderse de Bottas, aunque acabó la carrera noveno tras una sanción de cinco segundos por cambiar de dirección en la recta para evitar que el finlandés le adelantara.