El 'poleman'. El piloto que verá desde la primera posición apagarse el semáforo. El serel más rápido del sábado.De la clasificación. Eso es lo que ha logrado el señor Carlos Sainz en Estados Unidos. Eso es lo que ha conseguido el de Ferrari gracias a una demostración de velocidad, de manos y de técnica para marcar un brutal 1:34.356.
Para marcar un tiempo imbatible. Imbatible para todos. Para Charles Leclerc, segundo, y también para Max Verstappen, tercero. Ninguno pudo con él, y el madrileño no necesitó de sanciones ni de penalizaciones de otros para saberse el mejor.
Y es que ya lo venía avisando desde los Libres. Desde incluso antes de los Libres de Austin. Porque Carlos es consciente de que en la segunda mitad de temporada saca lo mejor de sí mismo, y es ahora cuando está en modo 'Matador'. En Estados Unidos ya lo saben bien.
Salir, ver... y mandar
En la Q1 fue el mejor. Fue salir y mandar. No necesitó nada. Dio una vuelta al salir del garaje, luego otra para ver cómo iban las gomas y una más para mandar un mensaje. Para dejar claro que los dos Ferrari estaban para poner en un brete a Max Verstappen.
Los dos, de hecho, quedaron por delante de él. Y lo están por una Q3 reñida en la que el neerlandés no tuvo su mejor primer intento y estaba bajo presión en el segundo. Fue el último de los candidatos en pasar, porque antes lo hicieron Sainz y Leclerc.
Carlos iba igualando los sectores de su compañero. Los tremendos sectores de su compañero. Al menos los dos primeros sectores de Charles. En el tercero, error. Amarillo en su parcial. El resultado, Leclerc quedó a expensas de Sainz.
Y a Carlos no le tembló el pulso. Fue perfecto. Desde que el crono comenzó a correr hasta que lo paró al pasar por la bandera a cuadros. Primer puesto, a 65 milésimas de Charles.
A por otra victoria en la F1
Un pestañeo, claramente, pero uno que es suficiente para obtener la pole del GP de Estados Unidos. La carrera será otra historia, pero en esta de momento es Carlos Sainz quien sonríe. Toca ir a por la segunda victoria en la F1.