El de Lewis Hamilton por Ferrari es, probablemente, el fichaje del siglo en la Fórmula 1. Lo es por lo sorprendente que será ver al siete veces campeón del mundo vestido de rojo pero, sobre todo, porque se gestó de la noche a la mañana.

El 'bombazo' estalló en la madrugada del pasado 1 de febrero, cuando la prensa italiana anunció que el británico había firmado un contrato con Ferrari. La incredulidad se apoderó de los aficionados hasta que, esa misma tarde, tanto Mercedes como la 'Scuderia' lo confirmaron con sendos comunicados oficiales.

Todo se había tramado en el más absoluto secreto. Tan en secreto que Lewis Hamilton ha desvelado que ni su familia lo sabía. "No hablé con nadie. No se lo dije a mis padres hasta el día del anuncio. Así que nadie lo sabía. Realmente quería hacerlo por mí mismo. En última instancia, yo tenía que averiguar qué sería lo mejor para mí", ha asegurado el heptacampeón en una entrevista para la 'BBC'.

El jefe de equipo de Mercedes, Toto Wolff, tampoco se enteró hasta horas antes del anuncio, aunque empezó a sospechar en el momento en que Hamilton y Vasseur, su homólogo en Ferrari, dejaron de contestarle.

"Cuando envié un mensaje de WhatsApp a Fred dos días antes de la noticia, no me contestó. Así que supuse que había algo. Luego no me lo dijo, quería que lo hiciera Lewis", ha desvelado Wolff.