El 2022 de Mercedes nada tiene que ver con el de los últimos años. No ha podido ni dominar la competición ni tampoco luchar con el equipo más rápido, que ha sido Red Bull con mucha diferencia. Muchos problemas para las flechas de plata... que ahora afirman haber encontrado el problema.

Toto Wolff, jefe de Mercedes, ha explicado lo ocurrido en esta temporada: "Nos faltaron las herramientas, las simulaciones y la comprensión para descubrir el problema que creamos con cómo desarrollamos el coche. No pudimos rodar con él donde queríamos rodar con él".

"En términos de aerodinámica y de mecánica, nunca estuvo en el punto óptimo. Nos llevó meses deshacer algunos de los pasos que habíamos dado", ha indicado el jefe austriaco.

Y asegura que ahora comienzan unos meses fundamentales para desarrollar el próximo monoplaza: "No es que yo creyera que hemos descubierto el Santo Grial, que entendemos todo y que el próximo año va a ser la bomba. Ahora es un periodo crucial. Literalmente en el próximo mes o dos meses necesitamos entender, con cierto grado de precisión, lo que se tiene que hacer para el próximo año".

Lewis Hamilton tiene motivos para ilusionarse. Tras un año en blanco, Mercedes promete haber solucionado los problemas. Ahora queda por ver si realmente el coche del año que viene está al nivel de Red Bull... y de Ferrari.

Las flechas de plata han mejorado con respecto a marzo. Tanto que están cerca, muy cerca, de los Ferrari (371 puntos por 406 para Ferrari). De menos a más. Aunque una mejora insuficiente para estar en la pelea por el mundial de constructores y, sobre todo, el mundial de pilotos.

Aunque Hamilton tiene motivos para ilusionarse, también los tiene para preocuparse. Porque su compañero de equipo, George Russell, está por delante. 35 puntos de diferencia con el joven británico, que está debutando al volante del Mercedes. Y Hamilton sabe que si su equipo vuelve a conseguir un coche ganador tendrá que pelear también con el box de al lado.