Ferrari sufrió durante 2022 muchos problemas de estrategia y fiabilidad en los que se enfocaron para mejorar en 2023. Al menos en Bahrein se vio una mejora en las paradas en boxes y la estrategia, pero al mismo tiempo volvió a aparecer fallos de fiabilidad. Y lejos de haberse reducido, parece que han ido a más.

La mayoría de problemas ocurrieron en el coche 16 de Charles Leclerc, que tuvo que abandonar por problemas de batería, un mismo componente que ya había sustituido en el mismo gran premio por dudas con su rendimiento.

Este fallo ha conllevado una sanción de 10 puestos para el monegasco en Arabia Saudí, el segundo gran premio de la temporada, porque ha necesitado montar una tercera batería (sobrepasando así las dos unidades permitidas durante el año).

Sin embargo, el problema no se ha quedado en las baterías de Leclerc. Ambos coches han tenido que sustituir el motor de combustión interna, un reemplazo que no implica sanción de momento, pero que invita a pensar la nula fiabilidad del motor italiano si tienen que cambiar componentes a la segunda carrera.

Por último, Leclerc también ha montado la segunda unidad del MGU-H, otra sustitución que no sanciona hoy. Eso sí, Ferrari ha cambiado tres piezas del monoplaza de Leclerc y una del de Carlos Sainz. Al monegasco ya le ha costado diez posiciones en parrilla esta ocasión y a este ritmo seguro que llegarán más sanciones con tanto reemplazo de piezas.