Ya lo insinuó Fernando Alonso tras la carrera al sprint. Ya dijo que 56 vueltas, así porque sí, iban a ser largas. Muy largas. Ya avisó que, quizá, saliese desde el pit lane. Y sí, así será. Los dos Aston Martin, el suyo y el de Lance Stroll, saldrán en el GP de EEUU desde la calle de boxes y serán, por tanto, los últimos sumarse a la fiesta de Texas.
Además, el equipo Aston Martin ha confirmado algo aún más importante. Y es que Fernando Alonso va a montar en Austin una configuración anterior de su AMR23. Es decir, sin mejoras.
Más concretamente, sin el nuevo suelo que la marca inglesa ha traído a Estados Unidos, que apenas han podido probar al haber tan solo una sesión de Libres.
Sesión que, además, estuvo pasada por fuego cuando, de repente, unas llamas salieron del neumático delantero izquierdo de Fernando por un problema de frenos.
Stroll sí llevará el suelo nuevo
Poco pudo rodar 'en paz' Alonso, que ha sido el elegido por Aston Martin para poner la configuración anterior del AMR23.
Por su parte, Lance Stroll sí llevará el suelo nuevo, optimizado, en la prueba de Estados Unidos.
Una carrera de test
Servirá pues para probar, durante 56 vueltas, si la mejora del Aston Martin es realmente una mejora o si es una 'mejora', entre comillas. Una de esas que no aporta nada al monoplaza. O que aporta algo peor que aquello que ya había.
Así pues, Alonso y Stroll salen desde el pit lane con dos coches con configuraciones diferentes. La mala nueva, que salen atrás del todo; la buena nueva, que ya salían atrás, que se libran de la peligrosísima salida de Austin... y que podrán comprobar durante 56 vueltas si sí o si no van por el camino correcto.