Qué largo se le está haciendo el Mundiala Aston Martin. A un equipo que ha visto cómo, desde verano, McLaren le ha recortado casi 100 puntos en el campeonato. Que no suma con los dos coches desde Países Bajos, en agosto. Que, en Estados Unidos, tocó fondo cuando llegaban las mejoras para evitar el 'sorpasso'. Pues en Austin tanto Fernando Alonso como Lance Stroll se quedaron fuera... en la Q1.

Los dos Aston Martin, como hacía una temporada no se veían. Como antes del milagro. Como antes de un invierno en el que a saber cómo dieron con la tecla para ser el ejemplo a seguir por todos los de la clase media. Porque ellos, en el vagón de cola, se pusieron delante poniendo en apuros incluso a Red Bull. Poniendo incluso en apuros a Max Verstappen.

Pero ahora... ahora están con los Williams. Con los Haas. Con los AlphaTauri y los Alfa Romeo. En Austin, cayeron con Albon, Sargeant y con Hulkengerg. Su mejor coche, el de Alonso, a más de un segundo del mejor registro en Q1.

Alonso, a ciegas

Porque fueron, como dijo Fernando, a ciegas. A ciegas por un problema en los Libres 1, única sesión de ensayos en Estados Unidos, con los frenos. Con la temperatura de los frenos. Vamos, que literalmente el AMR23echó fuego.

Poco pudo probar el "nuevo paquete" de Aston Martin. Apenas seis o siete giros con él y a clasificación. Stroll, cero. Eso, cierto es, puede no ser cien por cien responsabilidad de Aston Martin. Pero lo de la clasificación...

Lo de la clasificación sí. Y así se lo ha señalado Fernando. Con un mensaje claro y directo, Alonso ha apuntado a la gestión de una Q1 que puede pasar mucha factura en un equipo que lejos de crecer se está haciendo más pequeño.

"Todo se gestionó mal"

"Todo se gestionó mal. Crucé la meta a un segundo de quedarme fuera, y con mucho tráfico por delante. Todo eso te dificulta hacer una buena crono", cuenta Alonso.

Y, por si había alguna duda, lo deja claro para terminar: "Eso no ayudó".

Fernando Alonso sale en la posición 17 del Gran Premio de Estados Unidos. Por delante, todos menos Albon, Sargeant y Stroll. Puntuar ya no va a ser simplemente cosa de magia. Va a ser, o más bien sería, ya un milagro bíblico.