Todos espetamos una pequeña sonrisa al escuchar ese "it's fast" de Fernando Alonso en la pretemporada a la hora de hablar de las prestaciones del nuevo Alpine A522.

Y lo cierto es que el monoplaza es rápido y potente, alcanzando las velocidades máximas en recta y proporcionando un buen desenvolvimiento en curve, pero su hándicap radica en la fiabilidad.

Ya avisó Laurent Rossi, jefe del equipo, que desde Enstone y Viry quería priorizar la potencia sobre la fiabilidad dada la congelación de motores del pasado 1 de marzo... pero ya vamos por la tercera carrera y Alonso ha cambiado tres veces su unidad de potencia.

En Australia, con nuevo motor, parecían disipados los fantasmas de Yeda pero cuando mejor estaba, cuando estaba pulverizando el segundo sector y disputándole la pole a Charles Leclerc y Max Verstappen, su A522 sucumbió.

Un problema hidráulicoderivó en que no pudiese bajar la cuarta marcha y el monoplaza se fue contra el muro de la curva 11. K.O. y a salir desde la décima posición el domingo.

Tras la 'qualy', Alonso ha mostrado su decepción por haber desaprovechado su "mejor fin de semana en años": "Estamos todavía investigando con un problema hidráulico, no tenia cambio de marcha tampoco direcciona asistida. Se apago todo. Venía una décima mejor que la pole. Tenia dos juegos de neumáticos. Podíamos haber luchado por la pole. Era el mejor fin de semana en muchos años. Otro problema en mi coche es bastan frustrante".

"Era el mejor fin de semana en muchos años. Luchar por una pole... llevábamos esperándolo mucho tiempo. Cuando llega, volver a tener un problema... Esos problemas los quieres tener cuando no luchas por nada importante", ha añadido.

Seguidamente, el bicampeón del mundo ha mostrado su hambre por ganar: "Veremos mañana. Hay que ver si hay que cambiar alguna cosa en el coche y si tenemos penalización pero ahora mismo me da igual. Quería luchar por la pole y el podio mañana. Ahora mismo la mala suerte nos está frenando. Quiero todo o nada, algunos puntos me dan igual".

Décima posición, detrás de Carlos Sainz y con un Alpine que sonríe en circuitos rápidos como el de Albert Park... aunque sin saber si se le va a caer un diente. A pesar de salir desde la quinta fila, Alonso, en línea con su discurso, irá a por todas en Melbourne.