Qué difícil era. Qué complicado lo tenía. Sí, era lo que era. Era como era. Era salir y ver qué podía lograr. Ver qué se podía sacar en Miami. En una carrera para minimizar daños. En una en la que tocaba aprovechar cada opción. Cada ocasión. Cada posibilidad, por mínima que fuera, para sumar lo máximo poible. Y Alonso lo hizo. Alonso, de nuevo, lo hizo en Miami.
De nuevo dio más del máximo. De nuevo sacó más que lo que el Aston Martin tenía o parecía tener visto lo visto en clasificación. Porque salía 15º. Porque tenía delante hasta a los Alpine. Porque ni tan siquiera se sabe qué ritmo real tenía en un sprint en el que duró, completamente sano, una curva.
Pero es de estas pruebas que a Alonso le motivan. De las que le gustan. De las que son como tener todo en contra. De esas en las que saca lo mejor de sí mismo. En las que hay que remar. Pelear. Competir. Y correr. Correr como él sabe. Correr como sigue haciéndolo después de más de 20 años en Fórmula 1.
Luchador Alonso
Lo mismo da que da lo mismo que sea por la victoria, que ojalá vuelva a ser así algún día, que por pelear por el podio o por sumar un punto o dos. Él no pierde la motivación. No pierde las ganas de competir. Y esta vez, viendo la evidente falta de velocidad del AMR24, tocaba aferrarse a un clavo ardiendo.
Al de la estrategia. Al de poner duros. Al de confiar en un 'safety car' para parar y estar lo más arriba posible ante la complicación de adelantar, sin recibir sanción, en Miami. Lo cierto es que el coche de seguridad salió a pista, pero no. No le vino bien. Le habría venido bien de no haber habido un 'virtual safety car' por un cono en el asfalto.
Por uno que levantó Verstappen y que a saber si le costó la victoria en Florida. Sí, milagro. No ganó Max. Ganó Norris. Fue Lando el que más puntos se llevó de los diez que rascaron. Y sí, Alonso estuvo ahí. Entre ellos. Entre los que salieron con más de lo que tenían al comienzo de la prueba.
Fue porque no se rindió. Porque tras cambiar gomas con el 'VSC' se mantuvo firme con medios hasta el final. Se mantuvo más de 30 vueltas fuera, gestionando... pero peleando. Superando a Gasly. Dejando atrás a Hulkenberg. Y, finalmente, a Esteban Ocon. Su adelantamiento a su excompañero fue, simplemente, brutal.
Y, de repente, noveno
El alerón roto de Oscar Piastri hizo el resto. Alonso ya era noveno. Alonso ya tenía dos puntos después del cero del sprint por esa acción de Lewis Hamilton en la salida y tras una clasificación desastrosa para Aston Martin.
Al final, y con un Lance Stroll sancionado con diez segundos, alegría en Silverstone. Alegría, de nuevo, gracias al de siempre. Gracias a Fernando Alonso.