El español Carlos Sainz (Renault), duodécimo en el Gran Premio de Austria de F1, afirmó que su coche "iba tan mal" en el circuito de Spielberg que "era como conducir sobre hielo".

"Ha sido una pena porque salí muy bien. Cuando pusimos las ruedas 'soft' (blandas) empezaron los problemas de degradación, de 'blistering'... Las ruedas traseras vibraban mucho y no veía nada... No podía ni girar el volante porque sobreviraba mucho", dijo el madrileño.

"Podía haber remontado si hubiera tenido un ritmo aceptable, pero el coche iba tan, tan mal que era como conducir sobre hielo", agregó Sainz.