Estrategias 'privadas' en lo público

El Ayuntamiento de Fuengirola contrata detectives para vigilar a funcionarios de baja ante el repunte del absentismo

Los detalles Con un gasto de hasta 18.000 euros en detectives, el consistorio malagueño pretende destapar casos puntuales de fraude entre sus funcionarios de baja. El Gobierno local defiende la legalidad de la iniciativa, mientras sindicatos y trabajadores advierten de que estigmatiza a los empleados públicos.

El Ayuntamiento de Fuengirola contrata detectives para vigilar a funcionarios de baja ante el repunte del absentismo

El Ayuntamiento de Fuengirola (Málaga) ha decidido tirar de una medida poco habitual en lo público pero muy conocida en la empresa privada: contratar detectives privados para vigilar a funcionarios que estén de baja laboral. El motivo, según el consistorio, es claro: el absentismo se ha disparado en algunos departamentos hasta rozar el 10% de su plantilla, formada por más de 800 trabajadores.

No es la primera vez que lo hacen. El primer teniente de alcalde, Rodrigo Romero, asegura que la intención no es vigilar a todo el mundo, sino destapar casos puntuales de fraude: "Intentar que el tramposo no haga trampas. No puedes coger peso y luego descubrir que estás todo el día en el gimnasio levantando pesas; no está justificado que no vengas a trabajar".

El Ayuntamiento calcula que el año pasado las bajas laborales costaron más de dos millones de euros. Frente a eso, la factura máxima de los detectives será de 18.000 euros.

Pero no todos lo ven con buenos ojos. Desde CCOO Málaga, su secretario general, Fernando Cubillo, critica la medida: "Desprestigia lo público, acusa al trabajador por estar de baja. No es la de un detective la mejor herramienta para reducir el absentismo".

Entre los propios empleados municipales hay división de opiniones. Elisa Benítez, funcionaria, cree que "nadie debe preocuparse si es honesto y está realmente enfermo". El jefe de bomberos, José Julián Bueno, coincide en que no se trata de un control masivo: "Es una medida para casos puntuales de alguna persona".

Y mientras tanto, los vecinos son los que más sufren las consecuencias de la falta de personal: colas más largas y trámites que se eternizan. Algunos, aun así, aplauden la iniciativa. "Que investiguen, que sea justo, como tiene que ser", dice una ciudadana. Otra, más directa, opina: "¿A alguno que otro habría que darle un tironcillo de orejas? Sí, están un poquillo relajados".