Este Liverpool es irreconocible. Da igual la competición. Tanto en la Premier como en la Champions League está muy lejos de su mejor versión. La prueba es ese doloroso 4-1 ante el Nápoles de esta pasada semana.

Y con todo ello algunas voces en Inglaterra ya hablan de una posible salida de Jurgen Klopp. El entrenador siempre es el señalado en cualquier equipo, y Klopp no se iba a librar. Él mismo se ha referido a ello.

"No pienso que vaya a ser destituido, pero quién sabe", ha dicho el técnico. Unas declaraciones en las que ha aprovechado para dejar un 'palito' al Chelsea, que esta semana despidió a Thomas Tuchel, el entrenador con el que conquistaron su última Champions.

"Tenemos diferentes tipos de propietarios. Los nuestros son más tranquilos y esperan que yo saque adelante esta situación. El día que cambien de opinión me lo dirán", ha dicho Klopp.

El preparador parece tranquilo con respecto a su situación. El parón en la Premier League para este fin de semana por la muerte de Isabel II provocará que no dispute su encuentro ante los Wolves.

A esa abultada derrota en Champions, hay que añadir que el Liverpool es séptimo en la Premier con sólo nueve puntos. Dos victorias y tres empates en las seis primeras jornadas de la competición doméstica.

Klopp es una institución en Liverpool. Los fans le adoran y le consideran una de sus grandes estrellas. Pero esto es fútbol y ya saben, siempre se mira al entrenador cuando la situación no es buena. Y el Liverpool camina en la cuerda floja.