La vida de Alexia Putellas ha cambiado radicalmente en cuestión de meses. Tras pasar un año apartada de los terrenos de juego por una lesión en la rodilla, la actual Balón de Oro volvió a jugar en al recta final de la pasada temporada, contribuyendo a que el Fútbol Club Barcelona lograse su segunda Champions League.

Hoy ha completado un regreso de ensueño ganando el Mundial con la selección española. Al concluir el partido, la catalana se ha visto sobrepasada por la emoción del momento y ha roto a llorar.

"Ahora es momento de celebrar. Veremos qué nos tienen preparado. El momento del final lo tengo un poco borrado, pero seguramente me puse a llorar, como últimamente. Es mucha emoción", ha dicho Alexia en zona mixta.

Por su falta de actividad, solo ha sido titular en tres de los siete partidos del Mundial, pese a ser considerada por la mayoría de los aficionados como la mejor futbolista del planeta, aunque para ella eso es secundario mientras lleguen los resultados.

"Yo no entiendo esto de roles secundarios o principales. Está claro que donde somos más felices todas, las 23, es jugando dentro del verde, pero esto es fútbol y un día te toca a ti y otro día le toca a otra. Para mí hay algo que es clave, el respeto entre nosotras y el compañerismo, y si hace 10 años una metió un gol para estar en la primera Eurocopa alegrarte por esa persona y hoy alegrarte por quien haya metido el gol. Así van los vestuarios", ha asegurado.

Alexia también ha reflexionado sobre cómo ha vivido el año que ha estado en el dique seco. "Este año ha sido un Máster para mí. He aprendido muchísimo, he aprendido cómo va esta industria. Conocer otra cara, que no es del fútbol sino de la industria, porque antes juegas cada tres días, vas focalizadas, piensas sólo en ganar y he estado un año parada y las he visto en todos los colores. También es aprendizaje y me quedo con eso", ha explicado.

La barcelonista asegura que en los últimos meses ha cambiado su forma de ver el fútbol. "He perdido romanticismo, pero no dentro del campo. De hecho, he estado un año sin entrenar y cuando me ponía a entrenar para mí era vida. Y los minutos que tengas, el vestuario... para mí eso es fútbol y lo demás es industria", ha concluido.