Por desgracia, el racismo sigue siendo un problema presente en muchos campos de fútbol. Sin embargo, lo que ocurrió el pasado fin de semana en un partido de la cuarta división de Portugal no tiene ningún tipo de explicación ni de justificación, ya que el árbitro expulsó a un futbolista que estaba sufriendo racismo.

Edson Pires, centrocampista del Olhanense, fue a hablar con el árbitro en medio del partido para decirle que Diogo Andrade, un jugador del equipo rival (Rabo de Peixe), le había dicho un insulto racista en la primera parte.

La respuesta del árbitro fue decirle al jugador del Olhenense que "estaría atento". Después de que no amonestara a Andrade, Pires volvió a explicarle la situación, lo que provocó que este le sacara dos tarjetas amarillas, y por tanto, también la roja. Era el minuto 38 del partido.

Edson Pires se marchó llorando al vestuario mientras sus compañeros le consolaban. De hecho, el encuentro estuvo parado durante siete minutos, según informa el diario portugués 'Record'. El partido lo acabaría perdiendo el Olhanense por 0-2 que se encuentra en una situación límite, a 8 puntos de la permanencia.

El presidente del conjunto portugués, Luis Torres, ha calificado el incidente como algo "surrealista e incomprensible". También ha confirmado que llevarán el caso a la Federación Portuguesa de Fútbol.