El Real Madrid empató a uno ante el Girona. Pero el resultado solo es un agravante a la indignación madridista, producida por el arbitraje de Melero López durante el encuentro. Expulsó a Toni Kroos (por primera vez en su carrera), pitó un penalti por manos de Asensio y anuló un gol a Rodrygo.

Pese a que cada acción provocó un gran enfado a la afición madridista, el gol anulado al brasileño fue la mayor debido a que esa jugada hubiera dado los tres puntos al Real Madrid y hubiera hecho olvidar, en parte, las dos decisiones anteriores.

Rodrygo remató un balón que Gazzaniga, portero del Girona, paró. El argentino apoyó la bola con una mano sobre el césped, acción que el delantero madridista aprovechó para empujar el balón y anotar el gol. Pese a no tocar el brazo del guardameta, Melero López anuló el tanto al considerar falta al portero por tener el esférico en su posesión.

Una jugada similar ocurrió hace dos jornadas, precisamente con el Girona como protagonista, pero en el bando contrario. En aquella ocasión, Yangel Herrera remató el balón exactamente igual que lo hizo Rodrygo, en ese caso con Fernando, del Almería, en portería. Ese tanto fue anulado y los catalanes protestaron a Cuadra Fernández por una acción que ahora les ha beneficiado.

[[Para Míchel es gol, para Courtois no]]

En el mundo al revés, Courtois defendió al Girona y Míchel al Real Madrid. El portero belga considera que la acción está bien arbitrada: "Si la mano está encima del balón nadie le puede tocar. No lo he visto. Si tenía la mano encima está anulado correctamente".

Por su parte Míchel, entrenador del Girona, confesó tras el encuentro que para él, el gol sí debió subir al marcador, aunque eso perjudicara a su equipo: "Futbolísticamente pienso que lo de Rodrygo es gol, pero la regla dice que el portero pone la mano es falta. Para mí es una acción de juego porque ambos van a la disputa".