Para el club que le paga, el Real Madrid, no está, pero para su selección, Gales, sí que saca la sonrisa. Gareth Bale, que llevaba alejado de los terrenos de juego desde el 10 de octubre, cuando se lesionó contra Croacia y tras no haberse vestido de blanco desde el 5 de dicho mes en la victoria del Real Madrid ante el Granada, fue alineado como titular por Ryan Giggs en la victoria galesa por 0-2 frente a Azerbaiyán.

La situación no acaba aquí, pues esta misma semana se le vio posando sonriente y con los pulgares hacia arriba a la salida de un entrenamiento con el combinado nacional, poco antes de reconocer que le "emociona más jugar con Gales que con el Real Madrid".

Bale parece haber priorizado a su selección, tras no haberse entrenado, apenas, con sus compañeros en más de un mes para llegar a punto a la fase decisiva de la clasificación para la Eurocopa, en la que Gales se encuentra a un punto de Hungría y fuera de los dos primeros puestos que otorgan el pase a la fase final, pero con opciones de clasificarse.

Y mientras, la afición del Real Madrid, que ve cómo el jugador que supuso para las arcas blancas un desembolso inicial de 100 millones de euros y el sueldo más alto de la plantilla actualmente, junto con Eden Hazard, que asciende a los 15 millones de euros, ni juega ni se entrena con los blancos pero sí con Gales.

Además, sus lesiones. El galés es un fijo de la enfermería de los de Zinedine Zidane, con un total de hasta 20 lesiones desde que desembarcara en Chamartín, casi todas musculares.

El extremo no sólo fue alineado como titular, sino que puso su salud a merced de los rivales disputando una hora de juego, hasta que Giggs le sustituyó por el jugador de la Juventus Aaron Ramsey.