Ya hay resolución del Comité de Competición para la tarjeta roja que vio Jude Bellingham el pasado sábado en Mestalla cuando Gil Manzano ya había pitado el final del Valencia - Real Madrid.
El centrocampista inglés marcó el que habría sido el gol de la victoria blanca apenas un segundo después de que el colegiado del encuentro decretara el final después de que Brahim ya hubiera colgado el centro al área.
Enseguida, todos los jugadores rodearon a Gil Manzano, pero fue Bellingham quien le recriminó que era un "put* gol"... y quien recibió la tarjeta roja.
"Tras la finalización del partido y aún en el terreno de juego, se dirigió hacia mi corriendo en actitud agresiva y a gritos, repitiendo en varias ocasiones 'its a fucking goal'", rezaba el acta abrital.
Pues bien, el Comité de Disciplina considera que hubo menosprecio o desconsideración del británico hacia el trencilla, por lo que le ha sancionado con dos partidos y así una multa de 600 euros al jugador y 700 al Real Madrid.
"El repetido visionado de las imágenes no ha permitido a este Comité concluir, más allá de toda duda, que la acción que motivó la expulsión no se produjo tal y como la describió el colegiado y, en definitiva, probar el error material manifiesto en el relato arbitral. El tono y la actitud del jugador y el número de veces que se repite la frase resulta determinante para contextualizar la acción y el efecto de las palabras concretas pronunciadas por el jugador, más allá de su traducción literal", explica la resolución.
De esta manera, en principio Bellingham no estará frente al Celta el domingo en el Bernabéu y el sábado 16 de marzo en Pamplona ante Osasuna.
Tal y como ha explicado Edu Aguirre en 'El Chiringuito', el Real Madrid planea recurrir la sanción a Apelación ya que tanto club como jugador consideran que el castigo es "una vergüenza" y existe "indignación mayúscula".