Mucho riesgo asumió Xavi Hernández en el Granada - Barça de LaLiga. Muchísimo. Tanto es así que cualquier contratiempo en forma de roja o de lesión podría haber acabado con alineación indebida. ¿El motivo? Los siete únicos jugadores de la primera plantilla que tenía el Barça sobre el verde tras la expulsión de Gavi.
Y ese número es el mínimo que se pide y exige para no cometer alineación indebida. Tras la roja a Gavi, en el minuto 80, el entrenador de Terrasa movió piezas para mantener el 0-1 y dejó a los azulgranas con solo siete de la primera plantilla. Los otros tres, con ficha del filial como son Álvaro Sanz, Abde y Nico.
No había más ventanas para hacer cambios. Tras la expulsión, Xavi cambió a Dembelé por Alvaro Sanz, y todo contratiempo habría sido alineación indebida. Dani Alves, de hecho, necesitó asistencia médica tras unas molestias en su tobillo, y Piqué incluso estuvo cerca de poder ser expulsado.
De hecho, el mismo central salió al paso en redes sociales para confirmar que él, a pesar de lo mostrado por la realización, terminó el duelo sin tarjeta amarilla.
Sobre el riesgo, Xavi se explicó en rueda de prensa: "Teníamos que controlar el partido y necesitábamos a Álvaro Sanz".
"Hemos tomado ese riesgo porque quedaban diez o doce minutos y queríamos tener el balón", sentenció sobre el tema.
El Barça empató a uno contra el Granada en un encuentro en el que se adelantaron con gol de Luuk de Jong a pase de Dani Alves. Sin embargo, Puertas empató cuando el duelo ya llegaba al final.