Edy Tavares y Jaycee Carroll, dos exjugadores del Gran Canaria, fueron los principales artífices del 1-0 del Real Madrid al Herbalife tras la victoria por 88-70 en el primer partido de semifinales de la Liga de baloncesto.

El Madrid cumplió con el papel de favorito, aunque tardó en ponerse en situación, mientras que el equipo canario comenzó bien pero sufrió el tremendo desgaste de los últimos días. Una mala puesta en escena del Real Madrid con ausencia casi total de rebotes y una defensa permisiva, sobre todo con Nikola Radicevic y Luke Fischer, 7 puntos cada uno en los primeros cinco minutos, catapultó al Herbalife Gran Canaria en el marcador, 4-16.

Pablo Laso pidió tiempo muerto para meter presión y tensión a sus jugadores, pero fueron las entradas de Sergio Llul, Edy Tavares y Rudy Fernández las que consiguieron, poco a poco, ir frenando la sangría defensiva. El 14-22 con el que acabó el primer cuarto fue casi lo mejor para un Real Madrid que perdió en rebotes (5-12) y que no anotó ninguno de los seis triples que intentó.

Jaycee Carroll fue el primero que abrió la espita de los triples, con dos consecutivos en el inicio del segundo acto, para que el equipo insular sintiera ya el aliento en el cogote, 23-26 (min.12.30). Más tras el 25-26 que cerró un parcial de 11-4 en los tres primeros minutos.

Otro triple, ahora de Sergio Llull, puso la igualada en el marcador, a 28, y en el minuto 15 llegó la primera ventaja del Real Madrid, 31-30. El trabajo defensivo y ofensivo de Rudy Fernández tuvo mucho que ver en esta recuperación. A partir de aquí llegó otro parcial demoledor de 10-0, para un 40-30 (min.18.35).

La situación se volvió como un calcetín. El Madrid defendió, reboteó, movió el balón en ataque y dominó el juego con solvencia. Con Tavares sembrando el pánico, como es habitual. Baste decir que del minuto 15 al 20, el Herbalife anotó 2 puntos, hasta el 42-32 con el que se llegó al descanso.

El inicio del tercer cuarto no fue mucho mejor para los canarios con un 7-0 en el primero minuto y medio de juego. En dieciséis minutos el Madrid pasó de perder por 12 puntos (4-16) a ganar por 17 (49-32), en un parcial demoledor de 45-16.

Con el Madrid alcanzando la velocidad de crucero y la desventaja en el marcador, el Granca comenzó a tirar de orgullo ante la falta de fuerzas por el esfuerzo realizado los últimos días. El juego del campeón de Europa comenzó a fluir con naturalidad e independientemente del resultado en cada momento, estuvo claro que el partido se decantó por completo. Al final del tercer cuarto, 62-49.

El equipo de Luis Casimiro se puso a diez puntos del Madrid, 64-54 (min. 31.30), ante la inacción de los locales, pero la salida de Tavares cortó de raíz cualquier intento de sublevación en el luminoso. Con Carroll y Rudy de nuevo en pista, además del trabajo habitual del capitán Felipe Reyes, el Madrid se dirigió sin sobresaltos hasta el 88-70 final para conseguir el 1-0 en la eliminatoria.