El Real Madrid tuvo que sufrir para superar al San Pablo Burgos, que dominó buena parte del encuentro, pero que se hundió en el último cuarto merced a una fantástica reacción de los hombres de Pablo Laso.

Comenzó bien plantado el San Pablo, que mejoró sus prestaciones respecto a encuentros anteriores, imprimiendo mayor ritmo a la circulación de balón y planteando una sólida defensa ante un Real Madrid desdibujado por momentos y demasiado lastrado por la exigencia física de las últimas semanas. A los hombres de Laso les costaba meter mano al conjunto burgalés y solo Jaycee Carroll parecía ser capaz de tirar del carro en los primeros compases, lo que derivó en un partido de igual a igual.

Así, tras desquitarse del tímido dominio visitante inicial, un triple de Corey Fisher mediado el primer cuarto, puso en ventaja a los burgaleses (15-12), dejando claro a los blancos que el choque no iba a ser un paseo. A partir de ahí, el San Pablo fue de menos a más, asegurando su zona y ganando la batalla de los rebotes, en la que el Real Madrid apenas tuvo protagonismo.

Tras un primer parcial muy igualado (17-18), el San Pablo dio un paso al frente en el segundo, mejorando sensiblemente sus guarismos ofensivos y lanzándose hasta los 28 puntos gracias a un acertado Thomas Schreiner. Fue el base austríaco quien puso la máxima ventaja en el marcador (45-39) para el San Pablo con un triple al filo del descanso que certificaba el buen momento de los hombres de 'Epi' y condenaba al Real Madrid a replantear el choque tras el paso por vestuarios.

Sin embargo, la charla de Laso pareció surtir efecto sólo de manera temporal, ya que tras un gran parcial de 2-8 en los primeros compases del tercer cuarto, el conjunto madridista volvió a desdibujarse ante el ímpetu de los burgaleses. Deon Thompson asumió galones y afinó su puntería para lanzar al San Pablo hasta los 8 de ventaja (65-57) a falta de tres minutos para la bocina, obligando a Laso a llamar a capítulo a los suyos para intentar revertir la tendencia.

No obstante, el San Pablo aguantó todos los envites, devolviendo cada golpe y volviendo a lanzarse hasta los 28 puntos para cerrar el cuarto con 5 de ventaja (73-66) sobre el conjunto blanco. Una ventaja que acabó siendo insuficiente ante la calidad del Real Madrid, que en el último cuarto se desató desde la línea exterior y acabó haciendo estéril todo el trabajo realizado por el San Pablo hasta ese momento.

Dos triples consecutivos de Yusta, clave en la segunda parte, y Maciulis encarrilaron el choque a falta de dos minutos para el final (87-95), condenando al San Pablo a intentar una machada agónica. Una machada que no llegó, ya que Rudy mató cualquier sueño de remontada con un triple a falta de cuarenta segundos que dejó el partido visto para sentencia.

Al final, una victoria que mantiene al Real Madrid en el liderato de la Liga y al San Pablo, que todavía no sabe lo que es ganar en la máxima categoría del baloncesto español, en el farolillo rojo.