El Real Madrid consiguió una victoria a medio gas al derrotar al Delteco GBC por 87-75 con sólo diez jugadores inscritos en un partido en el que los dos equipos se jugaban muy poco.

Ni Anthony Randolph, ni Luka Doncic, ni Trey Thompkins, ni Jeffery Taylor, ni Facu Campazzo, ni por supuesto, Ognjen Kuzmic. El Real Madrid afrontó el partido con sólo diez jugadores inscritos en el acta. Por lesiones, por precaución y porque nada había en juego. Había más jugadores detrás del banquillo, los seis nombrados, que en el propio banquillo, con cinco. Y Laso eligió para el cinco inicial a los más jóvenes y a los menos habituales: Randle, Yusta, Causeur, Radoncic y Tavares.

Así las cosas el 0-9 del equipo guipuzcoano y el tiempo muerto de Laso a los 3.30 minutos fue algo lógico. El ambiente gélido de las gradas tampoco ayudó mucho a arrancar y la entrada de Jaycee Carroll mediado el cuarto tampoco arregló nada. Sólo Tavares (7 puntos) y Randle (5), anotaron por parte madridista en un cuarto que no será recordado.

El GBC, intentó aprovechar las circunstancias y con Kenny Chery, Jordan Swing y Fede Van Lacke como destacados se encontró con un 12-22 inesperado al final de los primeros diez minutos.

La entrada de los pesos pesados del banquillo, Felipe Reyes, Gustavo Ayón, Rudy Fernández, Sergio Llull y Carroll en el segundo cuarto hicieron que se pasara de la oscuridad de la noche a la claridad del día.

El Madrid comenzó a apretar en defensa y a anotar tras ataques fluidos y tiros liberados que aprovechó especialmente bien Carroll. Llull, quien si no, anotó el triple que le dio la primera ventaja al Real Madrid, 27-25 (min. 14.25) y el equipo llegó a amasar un parcial de 20-3 en los 7 primeros minutos del segundo acto, que finalizó con un 43-33, después de un parcial de 31-11.

De vuelta al cinco inicial en la reanudación, con Rudy por Causeur porque el internacional español había sufrido un golpe en la boca en el segundo cuarto, el juego volvió a equilibrarse pero a diferencia de los diez primeros minutos el Madrid aguantó en el marcador sin descomponerse.

Porfirio Fisac, entrenador del equipo de San Sebastián, movió banquillo también -tampoco se jugaba nada-, e intentó que el marcador no se disparara demasiado en su contra. Con Henk Norel de baja y Danny Agbelese, Daniel Clark y Kenny Chery todavía justos por haberse recuperado recientemente, intentó plantar cara de la mejor forma posible.

El tercer cuarto finalizó con 74-53, con poca importancia de las defensas, dando paso a un último cuarto todavía más intrascendente que los anteriores.

El Madrid cumplió su objetivo, ganar y no castigar con excesivos minutos a sus jugadores más fatigados. Nadie se lesionó y el equipo sigue pensando en Belgrado y en la Final a Cuatro de la Euroliga.