A poco más de un mes para que comience la NBA, el dueño de una de las 32 franquicias ha sufrido una durísima sanción. Se trata de Robert Sarver, de los Phoenix Suns. La NBA le ha sancionado con un año de suspensión y el pago de una multa que asciende a los diez millones de dólares por realizar comentarios racistas y misóginos.
Estas palabras se las dedicó a los empleados de los propios Suns y de Mercury, equipo de la WNBA del que también es propietario. La sentencia señala que Sarver, que también es dueño del Mallorca, realizó malos tratos contra empleados y dijo comentarios sexistas a algunas empleadas, refiriéndose tanto a su físico como a sus conductas.
Por tanto, además de tener que pagar 10 millones de dólares, la máxima sanción posible, tampoco podrá en el periodo de un año ir a un partido de la competición, acercarse a las instalaciones o representar a la franquicia tanto en el ámbito público como el privado. Incluso tendrá que acudir a un programa de reeducación.
"Ha violado los estándares comunes de trabajo y las normas de la liga con un uso insensible y racializado del lenguaje, el tratamiento desigual a las mujeres empleadas, comentarios y conductas sexuales y el acoso, en ocasiones como bullying, sobre los trabajadores", dice el comunicado.
La decisión ha sido tomada por parte de la NBA después de que se haya entrevistado a más de 300 personas y analizar hasta 80.000 documentos que tienen relación con Sarver.
El 18 de octubre comenzará la temporada regular de la NBA. Los Phoenix Suns tienen un buen equipo y son uno de los candidatos a llevarse el anillo. De hecho, hace dos temporadas llegaron a la final, pero perdieron frente a los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo.