"Se decreta el secuestro de la película 'El crimen de Cuenca'", fue la confirmación de una sospecha. 'El crimen de Cuenca' incomodaba a la cúpula militar. En 1979, el Ejército todavía tenía mucho poder. Secuestraron una película que hablaba de torturas ocurridas en 1910.

"Paquito, esta película nos va a traer complicaciones", fueron las palabras de la directora, Pilar Miró, a uno de sus actores.

Los militares no querían que esas torturas tan lejanas en el tiempo recordasen a otras mucho más cercanas: las del franquismo.

"Tenemos muy claro que en ambos casos hubo presiones de los poderes para que las cosas fueran como fueron", dice Víctor Matellano, director de 'Regresa el Cepa'.

40 años después, 'Regresa el Cepa' nos cuenta cómo el equipo de 'El crimen de Cuenca' vivió aquella época. "Miedo lo he sentido al ver el documental. El peligro que corríamos a nivel de que si, por ejemplo el golpe seguía, nos llevaban por delante", apunta Guillermo Montesinos, actor en 'El crimen de Cuenca'".

'El crimen de Cuenca' estuvo dos años secuestrada con Pilar Miró en el punto de mira. "Mi madre estaba en cualquier lista de personas sopechosas de ir contra el régimen", cuenta su hijo, Gonzalo Miró.

'El crimen de Cuenca' se estrenó después del golpe del 23F. Fue un éxito absoluto y además cambió la ley. Nunca más se necesitaría un permiso previo para estrenar una película.