Miles de judíos ultraortodoxos protestaron en Jerusalén contra el festival de Eurovisión, cuya gala final se celebra esta noche en Tel Aviv, por la "profanación" del shabat, la jornada de descanso para el judaísmo.

Los manifestantes protestaron "la horrible profanación del shabat en tierra santa" y "el abominable show" que tiene lugar en Tel Aviv, recogió el diario digital Ynet.

El shabat comienza al caer el sol el viernes y termina en el anochecer del sábado.

La comunidad ortodoxa, que exige durante este período un descanso absoluto sin actividades institucionales ni de organismos oficiales y en el que no hay transporte público, ha mostrado su rechazo al festival por los trabajos requeridos en el shabat para preparar su celebración.

Por ejemplo, el gran rabino asquenazí de Israel, David Lau, pidió que se prolongue un total de veinte minutos la jornada de descanso, y líderes de la corriente haredí no jasídica instaron a que se celebren oraciones especiales en las sinagogas.