La revista Vanity Fair desvela en un reportaje una conversación que mantuvieron Marisol y el periodista Francisco Umbral con motivo de un proyecto de biografía de la artista que finalmente no vio la luz.
La artista desvela que fue víctima de abusos, tanto físicos como sexuales, desde que tenía 8 años. "Pronto nos contrató un empresario los ocho niños que formábamos el grupo ‘Los Joselitos del cante’ para que hiciéramos una gira por todo el país. Yo tenía ocho años y dormía durante el viaje en la misma cama que la querida del empresario, una tal Encarna, que me daba unas palizas de muerte, pero con saña y mala sangre. Me tenía ojeriza, y no sé por qué todavía. En Lérida me dio tal paliza que me dejó el cuerpo como el de un nazareno", narra la actriz en una de las declaraciones recogidas por esta revista.
Y añade: "Cuando yo dormía con aquella tía, el empresario se acostaba con ella y hacían de todo. Y querían hacer de mí el modelo de niña inocente, conformista y buena, para que fuera la referencia de todos los niños de nuestra generación porque no saben las putadas que me han hecho".
Pero las vejaciones no terminan ahí, ya que cuenta que en otras ocasiones "me llevaban a un chalet del Viso y allí había gente importante, gente del régimen, a verme desnuda, a mí y a otras niñas. A mi madre, cuando venía a verme, los Goyanes la ponían a comer en la cocina". Sin embargo, el exmarido de Pepa Flores Carlos Goyanes niega estas informaciones preguntando: "¿Si todo hubiera sido tan horrible como se dice, se habría casado conmigo? No tiene sentido".
Finalmente, la niña prodigio referente en los años 60 abandonó la vida pública de manera repentina y sin hacer públicas estas acusaciones.
Lo cuenta la escritora Celia Santos
El 'Plan Marta', el "cruel" programa de Franco y la Iglesia para repoblar Australia con mujeres españolas blancas
En los años 60, cientos de mujeres fueron enviadas a las antípodas con el objetivo de repoblar el país, como cuenta Celia Santos en la novela El país del atardecer dorado.