Hace dos años, Eurovisión estuvo rodeado de polémica. Bueno, digamos que la polémica siempre acompaña al Festival de la Canción, pero en aquella ocasión, en 2022, todo comenzó con las acusaciones de tongo al seleccionar el tema que representaría a España. No fue Ay, mamá de Rigoberta Bandini, ni tampoco la tradición de las Tanxugueiras; acabó Chanel subiéndose al escenario. Y reventándolo. Pasará a la historia como el Chanelazo.
No ganó, pero le faltó poco. Las encuestas la colocaban en el top 5 y no decepcionó. Un total de 8 países le dieron sus 12 puntos —San Marino, Malta, Suecia, Portugal, Armenia, Irlanda, Australia y Macedonia del Norte—, aunque bajó a la tercera posición cuando llegó el televoto: la invasión de Rusia a Ucrania provocó que los espectadores optaran de manera masiva por Ucrania. Chanel, entonces, quedó tercera. No fue un mal resultado: de hecho, es el mejor de España en las últimas décadas, tras un periodo considerable en el que se quedó relegada a la irrelevancia musical.
Pero lo cierto es que España tuvo su época relativamente dorada en el Festival, y aunque no es el país que más veces ha liderado el ranking, cuenta con alguna que otra victoria. Concretamente, dos. Sí, España ganó Eurovisión solo dos veces en las 63 ediciones en las que ha participado. Y fue en el periodo predemocrático cuando consiguió llegar a lo más alto y dos años consecutivos, en 1968 y en 1969.
Los 29 puntos que recibió en Eurovisión 1969 llevaron a España a la cabeza del ranking
En la edición de 1968, que se celebró en Londres (Reino Unido), a cargo de la BBC, Massiel entonó su más que conocido 'La, la, la' sobre el escenario del Royal Albert Hall para recibir unos por aquel entonces excelsos 29 puntos que colocaron a España a la cabeza de la clasificación. Sólo 17 países participaron en aquella edición en la que Países Bajos y Finlandia quedaron últimos, con un punto cada uno.
La victoria de Massiel llevó Eurovisión al Teatro Real de Madrid, donde aún menos países participaron en la edición de 1969, sólo 12. Esta vez, la representante española fue Salomé, que cantó el también archiconocido 'Vivo cantando', quien recibió 18 puntos. A día de hoy pueden parecer pocos, porque tanto la participación como el sistema de votación ha ido variando conforme han ido pasando los años. Pero ningún país en 1969 recibió más de 18 puntos. Eso sí, otros tres recibieron exactamente la misma puntuación: la presentadora de Eurovisión 1969, Laura Valenzuela, no sabía dónde meterse cuando cuatro países ocuparon el primer puesto.
Además de España, Francia, Reino Unido y esta vez sí, Países Bajos, también obtuvieron 18 puntos, por lo que se repartieron el oro entre los cuatro. El festival, no obstante, sólo podía viajar a un destino al año siguiente, y lo hizo a Países Bajos, donde Julio Iglesias cantó su himno a 'Gwendolyne'. Quedó cuarto, la segunda mejor posición conseguida hasta la fecha... hasta el año siguiente, cuando Karina quedó segunda.
Karina consiguió 16 puntos que le dieron la segunda posición gracias a 'En un mundo nuevo' en 1971, pero los años setenta fueron buenos para la representación española en el Festival de la Canción: en 1973, Mocedades también quedó segundo con su 'Eres tú' (125 puntos); y en 1979 lo hizo Betty Missiego, con 'Su canción' (116 puntos). Hasta 1995 no se repitió este segundo puesto, gracias a Anabel Conde y su 'Vuelve conmigo'.
En tercera posición, España ha quedado únicamente dos veces: además del año 2022 con Chanel, ocurrió en 1984 gracias al 'Lady, lady' de Bravo. Y el mismo número de veces ha quedado cuarta: con Sergio Dalma ('Bailar pegados', en 1991), además del año de Julio Iglesias. Lo cierto es que España tiene en su haber el honor de haber pasado por todas las posiciones posibles del ranking: fue una vez quinta; cuatro veces sexta; dos, séptima; una, octava; cuatro veces novena y siete veces, décima. Además, quedó en 11.ª posición dos veces, tres en 12.ª y una más en 13.ª; pero no se queda ahí: fue 14.ª en tres ocasiones, 15.ª en dos; 16ª en tres; 17.ª una única vez; 18.ª dos y otras dos, 19.ª. Y así, hasta llegar al puesto 26.ª.
Las peores actuaciones de España en Eurovisión
Si acudimos a la calle a preguntar cuál ha sido la peor actuación de España en Eurovisión, hay clamor popular: "Yo recuerdo uno que no sé cómo se llamaba pero aquello... que daba vergüenza", aseguraba un español aleatorio al que Más Vale Tarde preguntó el año pasado. Se refería al Chikilicuatre , aquel que, según otro compatriota, sólo fue a "hacer el ridículo" —"Bueno, el ridículo lo hacen casi todos", añadía luego—. David Fernández es la persona que estaba detrás de Rodolfo Chikilicuatre, una broma que nació precisamente en laSexta.
"Una mañana me hice un cortadito en el bar de un amigo mío, un señor uruguayo al que no se le entendía nada cuando hablaba. Entonces yo le dije: 'Esta noche en Buenafuente tengo que hacer una improvisación y la manera de hablar esta noche va a ser como hablas tú'", explicó hace unos años. Su impro gustó, inventaron la canción y aquel personaje con peluca de Elvis y una guitarra de juguete acabó con una coreografía facilona en un festival de cierto prestigio. La clave de que lo que parecía puro humor acabara representando a España en Eurovisión la tuvo Internet: "Se podían presentar canciones y la gente votaba". Y claro que lo votaron. "España es así".
Sin embargo, el 'Baila el chiki chiki' del Chikilicuatre no fue, ni de lejos, la peor actuación de España en Eurovisión. Lo fueron otras que, siendo honestos, sí iban en serio. "El del gallo", decían algunos en aquella entrevista de Más Vale Tarde. El Chikilicuatre se quedó en el puesto 16.ª de los 25 países que participaban —sí, hubo nueve países peores que España en 2008—, con 55 puntos. "El del gallo" es Manel Navarro, que viajó a Kyiv (Ucrania) en 2017 para representar a España con una canción en inglés, 'Do it for your lover', que acabó peor de lo que empezó: con un enorme gallo. Pero lo cierto es que podría decirse que Manel Navarro tampoco fue el peor: quedó último, efectivamente, 26.ª de 26 países, pero al menos recibió 5 puntos, procedentes del televoto.
España quedó última en Eurovisión cinco veces. Manel Navarro fue una de ellas, pero también lo consiguieron Lydia ('No quiero escuchar', en 1999), que obtuvo 1 punto; y Víctor Balaguer ('Llámame', en 1962), Conchita Bautista ('¡Qué bueno, qué bueno!', en 1965) y Remedios Amaya ('¿Quién maneja mi barca?', en 1983): estos tres consiguieron la friolera de 0 puntos. Para ser justos, las puntuaciones por aquel entonces no tenían nada que ver con lo que son ahora. En 1962, el país ganador, Francia, se llevó 26 puntos —aunque el segundo ya obtuvo la mitad, 13—, y un total de cuatro países, entre ellos España, no consiguieron ninguno.
En 1965, ocurrió algo parecido: España, junto a Alemania, Bélgica y Finlandia, se quedaron a 0 puntos, pero el podio se repartió entre Luxemburgo (32 puntos), Reino Unido (26 puntos) y Francia (22 puntos). En 1983, la diferencia de puntuación ya era más marcada. En aquella edición, a cero puntos se quedaron España y Turquía, pero el ganador, Luxemburgo, se llevó 142 puntos.
¿La mejor actuación? Para la gente, "la Rosa de España"
Massiel y Salomé son las únicas españolas que se han llevado el oro en Eurovisión, pero en la mente del español medio, la mejor actuación fue la de Rosa López, la Rosa de España, en 2002. La realidad confirma que no fue de las peores, obviamente, pero tampoco de las mejores. En aquella edición del Festival, la española se llevó 81 puntos gracias a su 'Europe's living a celebration', colocándose séptima un año en el que participaron 24 países.
Pero por delante tenía a otros siete países que obtuvieron, algunos de ellos, una puntuación mucho mayor: la ganadora de la edición, la letona Marie N ('I wanna'), sumó un total de 176 puntos, mientras que la representante por Malta, Ira Losco ('7th wonder') se llevó 164. En el bronce quedaron empatados Reino Unido y Estonia, con 111 puntos cada uno.
Lo cuenta la escritora Celia Santos
El 'Plan Marta', el "cruel" programa de Franco y la Iglesia para repoblar Australia con mujeres españolas blancas
En los años 60, cientos de mujeres fueron enviadas a las antípodas con el objetivo de repoblar el país, como cuenta Celia Santos en la novela El país del atardecer dorado.