¿Se están viviendo malos tiempos para los cines? Los devastadores efectos de la pandemia han acabado por dar una estocada prácticamente letal a pequeñas y medianas salas que ya de por sí enfrentaban una situación económica difícil. Así lo reflejan los datos de Insight View publicados por la compañía Iberinform, que indican que al menos el 28% de los cines se encuentra en riesgo elevado o máximo de impago. En concreto, han incrementado en más de ocho puntos su ratio de endeudamiento (hasta alcanzar el 44%) para reforzar su capacidad financiera ante la caída de facturación que provocó la crisis sanitaria mundial y el confinamiento, así como las posteriores medidas que se fueron tomando y que dañaron de pleno al sector cultural español e internacional.
La situación no es mejor para otro 61% de las salas, que según el citado estudio presentan valores bajos o mínimos en esta cuestión. Hay más datos que definen esta compleja coyuntura: este riesgo de impago ha afectado especialmente al 38% de las salas de cine levantadas a lo largo de los últimos diez años; al contrario, las que llevan más años activas aguantan un tanto más el tirón: el ratio de endeudamiento de locales con hasta 25 años de antigüedad se sitúa en el 26%, y más bajo, al 24%, es el índice que recogen las salas que cuentan con más de 25 años de experiencia a sus espaldas. Aun así, todas, a pequeña y gran escala, así como a nivel internacional, han sufrido este durísimo escenario.
No solo en España. A nivel internacional, la industria cinematográfica ha sido una de las más golpeadas, y con más fuerza, en los tiempos en que el COVID-19 provocaba toques de queda, límites en los aforos y, de forma paulatina, aumentos en los precios de las entradas. Al mismo tiempo, la facturación mejora, pero no alcanza los niveles deseados: según el mencionado informe, los niveles se encuentran un 40% por debajo respecto a los prepandémicos en nuestro país.
De estos datos tan pesimistas ya advertía hace tan solo unos meses el Ministerio de Cultura y Deporte a través de la 'Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales 2021', documento que busca generar indicadores en la relación periódica de los españoles con las actividades y productos culturales promocionados en nuestro país.
En este estudio se daban cifras de lo más alarmantes: poco más del 27% del total de espectadores que acudían al cine antes de que estallase la pandemia lo hizo en 2021, más de 30 puntos menos de lo que se indicaba en la anterior encuesta. A estos datos negativos se suma una tendencia que, si bien no ha contado con un margen de análisis suficiente por su relativa novedad, sí parece tener mucho peso en esta cuestión: las plataformas de streaming se han disparado en los últimos años (las suscripciones han aumentado casi un 14%). Los servicios ofrecidos han provocado un cambio en la forma que hasta hace poco tenían los espectadores de disfrutar o consumir películas y series.
Brotes verdes y esperanza por lo que llega
¿Es la situación tan preocupante como parece? Así lo indican diferentes fuentes del sector con las que ha contactado laSexta, pero matizan: hay brotes verdes, y por tanto espacio para el optimismo y la esperanza: "Desde la pandemia, casi empezando desde cero con los cines cerrados, se ha ido recuperando público. En la comparativa con el año anterior, el resultado en 2022 es positivo. La comparativa con el año 2019, que fue estupendo, sigue en negativo. Pero ese año ha resultado ser una vara de medir muy alta porque fue maravilloso. Por eso se hace una media entre 2015 y 2019, con datos más similares al punto en el que nos gustaría estar. Se ve que, aunque estamos por debajo respecto a hace tres años, se va subiendo".
Esas mismas fuentes añaden: "Van a seguir llegando títulos comerciales tanto nacionales como de otras nacionalidades que van a impulsar al sector. A corto plazo viene Avatar, y tiene que ser una recuperación para el sector en general".
Esta posición optimista también es compartida por espacios de 'nueva creación', como es el caso de los Cines Embajadores. En marzo de 2020 abrieron tres salas nuevas para estrenos independientes cuando se estaba dando un cierre masivo por los estragos provocados por el coronavirus. Y, tal y como nos indican, los porcentajes están mejorando. "Creamos nuestro cine en una época que probablemente haya sido la peor en la historia del cine para hacerlo, pero es cierto que no nos cuesta mucho llenar", indica Fernando Lobo, del equipo de Prensa de los Cines Embajadores.
Lobo recuerda que las crisis que atraviesan los cines se suelen "sufrir más en ciudades pequeñas que en ciudades grandes como Madrid", y no resta importancia a los datos que han arrojado las salas en los años posteriores al pico crítico de la pandemia: "Las cifras son las que son, y respecto a 2019 está viniendo un 40% menos de gente. La situación es preocupante para muchos cines. De momento, las medidas que están tomando muchos es cerrar salas porque no llegan a cubrir gastos. Cuando hablamos de cines multisala, no te puedes imaginar las facturas: son miles y miles y miles de euros. Son gastos impresionantes y hay cines que están enfrentando mucha vulnerabilidad. El siguiente paso sería cerrar diez salas en vez de cinco".
Aun así, insiste en esa luz al final del túnel: "No se puede hablar de que se está viviendo un buen momento, es ser demasiado optimista, pero se podría decir es que se está viviendo un mejor momento. Es decir, las cifras de ahora siguen siendo peores a las obtenidas en épocas prepandémicas, pero el escenario es mejor que en el que estábamos hace un año". Lobo profundiza en esta afirmación: "No es un buen momento, pero evidentemente está habiendo un proceso, desde que se reabrieron los cines, en el que el número de espectadores va creciendo; muy paulatinamente, y no en las cifras esperadas y deseadas, pero sí hay brotes verdes y motivos para la ilusión y la esperanza de que se puedan recuperar los buenos datos".
No solo han crecido las sesiones más potentes (las celebradas a las 18h o a las 20h), sino que el resto de sesiones y de días también han vivido un crecimiento"
Así lo constata Fernando Lobo, que ejemplifica este planteamiento con el caso de los Cines Embajadores: "Estamos mejor que en noviembre de 2021. Octubre de 2021 fue un mes muy bueno y ahí nos hemos mantenido porque era muy difícil superarlo, pero en noviembre hemos crecido, que es en realidad lo que llevamos haciendo todo el año, creciendo entre un 20% y un 30%". Para un cine, apunta, esto es una muy buena señal: "Aunque sea un cine humilde como el nuestro, significa que no solo han crecido las sesiones más potentes (las celebradas a las 18h o a las 20h), sino que el resto de sesiones y de días también han vivido un crecimiento".
Pero, ¿cuál es la raíz de este problema? ¿A qué se debe que, habiéndose recuperado cierta normalidad en un escenario aún de crisis, el porcentaje de asistentes a los cines no haya crecido a niveles de 2019?
Para Lobo, todavía hay gente que no está yendo al cine "porque quizá ha perdido esa costumbre, o por miedo", e incide en esta problemática provocada por el COVID-19: "Estar tanto tiempo en una situación de confinamiento, de límites horarios y de aforo... Todo eso es lo que ha hecho que la gente pensara que ir al cine era peligroso. ¿Cómo no va a pensarlo si es obligatorio llevar mascarilla? ¿Si es obligatorio guardar distancia social? ¿Si no puedo ir a las diez de la noche? Realmente no era peligroso, porque respetando las medidas de seguridad era una actividad que se podía realizar sin ningún tipo de riesgo. Pero es difícil hacerle llegar eso a la gente. Por ello, cree que se debe "seguir trabajando para que la gente siga confiando en el cine como una de las principales alternativas de ocio".
¿Daña la 'pantalla chica' al sector?
En ningún caso, aseguran tanto Lobo como otras fuentes del sector cinematográfico, esa reducción en los porcentajes de espectadores tienen que ver con una tendencia al alza en la explotación y consumo de plataformas de streaming: "Lo que demuestra esto es que la gente consume más producto audiovisual, sea de la forma que sea. Antes del COVID todo el mundo ya veía Netflix, HBO... Y las cifras de asistencia al cine eran superiores a las de 2018, y las de 2018 eran superiores a las de 2017… Lo que ha matado, o ha herido gravemente, al cine no han sido las plataformas, sino el COVID". Un argumento similar esgrimen esas otras fuentes consultadas, que creen además se da una complementación, y no un escenario de competencia.
"Las plataformas se están dando cuenta de que, para que una película funcione, el estreno en salas es algo fundamental, porque es el primer eslabón de la cadena. Si la película se ha estrenado correctamente y con una ventana adecuada en salas, esta tendrá más visibilidad en las plataformas. Eso es importantísimo. La gente va al cine si le traen películas que le interesan, porque lo están deseando. Se está viendo con obras como ‘As bestas’ (Rodrigo Sorogoyen, 2022) o ‘Los reglones torcidos de Dios’ (Oriol Paulo, 2022)". Precisamente, a colación de las películas mencionadas, otro dato que aportan desde la industria da pie no solo a una mejora sustancial en la recaudación de las salas, sino a la propia proyección de nuestro cine: "El cine español ha sido importantísimo para la recuperación, a un nivel fundamental".
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