Chapman, que hoy tiene 63 años, mató a tiros al exmiembro de la mítica banda The Beatles en 1980, a las puertas de su residencia en el edificio Dakota de la Gran Manzana, y por ese crimen fue condenado a un mínimo de 20 años y un máximo de cadena perpetua.
Recluido en la prisión de alta seguridad de Wende, en el estado de Nueva York, Chapman comenzó a enviar sus peticiones a la Junta de Libertad Condicional del estado una vez cumplió 20 años entre rejas, en el año 2000, pero en las últimas nueve audiencias no ha tenido éxito.
La junta reconoció en esas ocasiones que Chapman tiene un historial penitenciario "limpio" desde 1994, pero también que actuó con premeditación y en busca de "celebridad", por lo que liberarlo iría "contra la ley".
En su próximo proceso de entrevistas, que de acuerdo al medio Aol se celebrará la semana del 20 de agosto, la junta estudiará los casos de decenas de presos y ahora parece más abierta a priorizar sus comportamientos sobre la gravedad de sus delitos.
El diario Daily Mail indica que en los últimos meses el estado ha decretado la libertad condicional a asesinos de policías y niños a los que se les había denegado esa opción en anteriores ocasiones.
Según se desprendió de las transcripciones de su entrevista con el organismo en el año 2010, Chapman tenía una "lista" de varias celebridades como posibles víctimas pero eligió a Lennon "porque parecía más accesible que los demás". No obstante, en 2008 dijo haber tomado "una horrible decisión al acabar con la vida de otro ser humano".
"Creí que matando a John Lennon me convertiría en alguien, y en lugar de eso me convertí en un asesino, y los asesinos no son nadie", reconoció Chapman. La viuda del beatle, la artista Yoko Ono, ha enviado cartas otros años pidiendo que Chapman no salga de prisión al temer por su seguridad y la de su familia, y en ellas argumentaba también que los seguidores de Lennon tienen amenazado al asesino.
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