Hace diez años de él, del salto de Felix Baumgartnerdesde la estratosfera. ¿El objetivo? Romper la barrera del sonido en una caída libre a más de 1.232 kilómetros por hora. Lo consiguió, pero no sin sufrirlo antes.

Según un reciente documental, que ha sacado a la luz datos que se desconocían sobre el reto, el miedo casi paralizó al paracaidista. Y con razón: cualquier pequeño fallo lo hubiese matado.

La preparación fue extenuante. Sin embargo, Felix Baumgartner abandonó el proyecto y cogió un avión rumbo a casa, llamó por teléfono a su madre y llorando le dijo que lo dejaba. Pero volvió y se enfrentó a la claustrofobia que le causaba un traje que tenía que llevar puesto horas.

En él residía el primero de los posibles fallos: un error en su confección podía provocar una despresurización y que su sangre hirviera provocándole la muerte.

El segundo de los posibles errores estaba relacionado con el globo, pues se podía estropear durante el ascenso a la estratosfera. Pero no lo hizo, así como tampoco fallaron las comunicaciones. ¿El resultado? Un hito histórico de 40 segundos que emitido por más de 40 cadenas de televisión y 130 medios digitales.

De hecho, es el evento en directo más seguido en Youtube: más de 8 millones de personas no se perdieron aquel momento en el que Felix Baumgartner consiguió romper la barrera del sonido. Todos los oyeron desde sus pantallas menos él, pues iba más rápido que el sonido.

La aeronáutica ha aplicado algunas de las ideas de este reto y todo se lo debemos a él: un hombre que en el último momento no tuvo miedo saltar.