La investigación, publicada en la revista 'European Respiratory Journal' y coordinada por Manolis Kogevinas, codirector e investigador del CREAL, examinó la asociación entre el tabaquismo pasivo materno durante el embarazo y las sibilancias en niños menores de 2 años.

Los investigadores hallaron que los niños con exposición materna al humo del tabaco durante el embarazo eran un 11% más propensos a desarrollar dichos problemas respiratorios, en comparación con los niños no expuestos.

Asimismo, el estudio también constató que el riesgo de síntomas respiratorios se incrementa de manera todavía más notable cuando más sostenida es la exposición al humo en las diferentes fases previas y posteriores al embarazo.

De este modo, en los niños expuestos de manera pasiva al tabaco durante la gestación y también después del parto el riesgo de sibilancias se incrementó en un 29%. Los casos en que mayor riesgo se detectó fueron aquellos en que las madres eran fumadoras activas antes del embarazo, alcanzando el 74% cuando, además, el niño recibía exposición pasiva al humo después del nacimiento.

Según el estudio, el riesgo de sibilancias fue mayor en los niños con antecedentes alérgicos paternos. Según Kogevinas, hasta ahora se conocía que el tabaquismo materno durante el embarazo aumenta el riesgo de asma infantil, pero los efectos que la exposición pasiva al humo durante el embarazo podía tener en la salud de los niños no estaban claros.

Esta investigación, que se ha llevado a cabo con datos de 27.993 parejas madre-hijo de 15 cohortes europeas de nacimiento, ha permitido concluir que la exposición al tabaquismo pasivo materno durante el embarazo es un factor de riesgo independiente para las sibilancias en los niños de hasta 2 años de edad.

"Estos resultados tienen implicaciones importantes para la salud pública e indican la necesidad de proteger a las mujeres embarazadas y los niños pequeños debido a la exposición al tabaquismo pasivo mediante la adopción de un estilo de vida libre de humo", ha declarado Kogevinas. "Las mujeres embarazadas deben evitar la exposición activa y pasiva al humo del tabaco en beneficio de la salud de sus hijos", ha concluido el investigador.