Sacamos un 'Scoobic' a la calle, un vehículo destinado al reparto. Tiene una estética de barredora, pero es rápido como una moto y tiene la capacidad de carga de una pequeña furgoneta.

Y no sólo no contamina, sino que descontamina. "Puede llegar a reciclar hasta más de 20.000 metros cúbicos de aire al día", explica Tatán Rufino, ingeniero electrónico de 'Scoobic'.

Funciona con baterías eléctricas y tiene un filtro que absorbe el CO2 y devuelve aire limpio. "Ese carbón lo extraeremos del vehículo, lo comprimiremos y haremos una circonita. Un diamante sin valor que luego entregamos al cliente como muestra de que tu compra ha descontaminado el aire de la ciudad", señala José María Gómez, CEO de 'Scoobic'.

Cero emisiones, 300 kilómetros de autonomía, puede transportar hasta 750 kilos y aparcar en espacio reservado para motos. Además, puede entrar en calles peatonales convertida en una especie de carretilla.

Un transformer español que además tiene un desfibrilador. Si alguien sufre un infarto, se podría localizar con una app el scoobic más cercano.