¿El fin del fonendoscopio?
¿Y si pudieras saber qué enfermedades tendrás dentro de diez años? La inteligencia artificial ya lo hace posible
Las consecuencias El modelo Delphi-2M cruza tu historial médico y tus hábitos de vida para anticipar riesgos. Un avance que promete prevenir, pero que también genera miedos sobre diagnósticos erróneos y el uso por parte de aseguradoras.

La ciencia acaba de dar un paso que parece de ciencia ficción: investigadores alemanes han creado un sistema de Inteligencia Artificial capaz de anticipar, con hasta una década de margen, qué enfermedades podrías llegar a sufrir. Para algunos es un sueño hecho realidad; para otros, una pesadilla que podría encarecer seguros médicos o generar miedos innecesarios.
"Ahora mismo no, pero es el comienzo de una herramienta que sí va a ser aceptada", asegura Juan José Beunza, catedrático de Salud Pública y director de IA-Salud en la Universidad Europea. Él mismo lo dice con cierta ironía: la Inteligencia Artificial podría acabar sustituyendo al fonendoscopio como símbolo de la medicina.
Así funciona Delphi-2M
El modelo se llama Delphi-2M y lo que hace es bastante simple de explicar (aunque muy complejo por dentro): cruza tu historial médico, tus hábitos de vida y tus datos de salud con una base que incluye más de 1.200 enfermedades. El resultado no es un diagnóstico definitivo, sino una lista de probabilidades sobre lo que podría ocurrirte en los próximos años.
Beunza lo resume así: "Es como tener al médico más preparado del mundo, pero con la capacidad de mirar toda la historia clínica de forma mucho más profunda y detectar patrones que hoy son imposibles para una mente humana".
¿Para qué sirve?
La ventaja más clara es la prevención: saber con tiempo qué puede pasarte abre la puerta a tomar medidas antes de que aparezcan los primeros síntomas. Como explica Francisco Atienza, de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria en Andalucía: "A nivel poblacional sirve para diseñar políticas de salud y, a nivel individual, para motivar al paciente a cambiar su estilo de vida".
Además, esta herramienta puede dar pistas a los médicos y señalar enfermedades en las que quizá no habían reparado, lo que la convierte en un aliado más que en un sustituto.
Pero ojo, no es una bola de cristal
La propia tecnología tiene sus riesgos. Al basarse en probabilidades, puede inducir a diagnósticos erróneos o a pruebas innecesarias. "Puede llevar a comorbilidad o diagnósticos equivocados", advierte Beunza. Y, por otro lado, ¿qué pasa con el factor psicológico? Imagina vivir obsesionado durante años con una enfermedad que, al final, nunca llega a aparecer.
Tampoco se puede ignorar el lado oscuro: el uso no sanitario. Atienza lanza la advertencia: "Las aseguradoras pueden subir el precio del seguro de vida o, directamente, rechazar nuestra solicitud basándose en esos datos".
Aunque la IA apunta alto y promete cambiar la forma de entender la medicina, los expertos coinciden en que aún queda camino por recorrer. De momento, el fonendoscopio puede estar tranquilo: todavía tiene vida por delante.