Ha tenido lugar de madrugada y se ha iniciado a una altitud de unos 130 kilómetros sobre la provincia de Cuenca, avanzando en dirección suroeste y extinguiéndose cuando se encontraba a unos 82 kilómetros de altura sobre el nivel del suelo.

Se trata de la primera bola de fuego producida por las perseidas en 2017 aunque los astrónomos prevén que, en condiciones ideales, durante el máximo de esta lluvia de estrellas podrían llegar a verse hasta cien perseidas cada hora.

La bola de fuego fue captada por los detectores que la Universidad de Huelva tiene en el Complejo Astronómico de La Hita, en La Puebla de Almoradiel, en Toledo, y que trabajan en el marco del proyecto Smart cuya finalidad es monitorizar continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.

Las rerseidas están producidas por el cometa Swift-Tuttle, que completa una órbita alrededor del Sol cada 133 años, aproximadamente. La actividad de las perseidas aumentará en los próximos días hasta alcanzar su máximo durante la noche del 12 al 13 de agosto.

Sin embargo, este año el brillo de la Luna interferirá negativamente en la observación e impedirá ver las perseidas menos luminosas. El Complejo Astronómico recomienda desplazarse a algún lugar con cielos oscuros, lejos de la contaminación lumínica de las ciudades, para poder observarlas.