PERSECUCIÓN AL COCHE PRIVADO
¿El fin del coche individual en Madrid? La IA ya decide cuánto pagas por aparcar (y si vas solo, prepárate)
A veces la realidad supera a la ficción, como lo que ocurre en Europa y también en España. Y si no te lo crees, no te pierdas la última medida que quieren imponer en Madrid: un sistema que vigile a los usuarios y añade pejaes y nuevos cobros por circular en horas punta, por usar el coche solo, por tener un coche más grandes...

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Madrid vuelve a mover ficha y esta vez no se trata de una nueva zona restringida ni de otro cambio de etiquetas. El Ayuntamiento ha empezado a implantar un sistema que modifica automáticamente el precio del estacionamiento según tu perfil, tu forma de moverte y –atención– si viajas acompañado o no. La inteligencia artificial entra en escena y, por primera vez, puede que el coche individual empiece a tener fecha de caducidad.
La idea no surge de la nada. Europa lleva tiempo presionando para reducir tráfico, emisiones y uso privado del coche en grandes ciudades. Madrid se convierte ahora en un laboratorio donde se prueba lo siguiente que podría extenderse a toda España.
Usaremos menos el coche, es evidente, ya sea por una cosa o por otra y lo peor de todo: si eres soltero, vives solo y te mueves solo, pagarás más que tus vecinos, esa pareja que acaba de casarse y siempre van juntos a todas partes. Y el motivo es sencillo: vas solo en el coche.

Aparcar ya no cuesta lo mismo para todos
El sistema se basa en una capa de IA conectada a cámaras, sensores de ocupación y bases de datos de movilidad. Analiza patrones, identifica si llegas solo, detecta si el coche entra de manera repetitiva en horas punta y cruza esa información con el nivel de saturación de cada barrio.
Resultado: dos personas pueden aparcar en la misma calle y pagar tarifas diferentes. Si vas solo, el precio sube. Si compartes coche, baja. Si tu coche ocupa más hueco que la media, vuelve a subir. Si tu ruta habitual coincide con horas críticas, prepárate. El objetivo oficial es incentivar compartir vehículo, reducir entradas innecesarias en el centro y “optimizar el espacio urbano”.
No lo llaman discriminación, lo llaman “gestión dinámica”, pero es evidente que afectará a muchísima gente que se verá obligada a compartir el coche, quiera o no quiera, puedas o no puedas.

El coche privado, cada vez más acorralado
Esto no va de precios del SER. Va de hacia dónde empujan a la gente. Desde hace una década la estrategia es evidente: restringir el coche individual sin prohibirlo explícitamente. Peajes urbanos, zonas de bajas emisiones, limitaciones de velocidad, carriles reservados y ahora tarifas personalizadas.
Y si creías que esto era un experimento menor, ya te digo que no. La IA permite algo que hasta ahora era imposible: subir precios de forma quirúrgica, sin necesidad de leyes nuevas ni ordenanzas adicionales. Es como jugar al Tetris con el tráfico: cada pieza que sobra, se penaliza.
¿Consecuencia práctica? Si vives en Madrid y conduces solo, tarde o temprano pagarás más por moverte y por aparcar. Exactamente, lo que se pretende.

¿Estamos preparados para lo que viene?
El debate no es “si es justo o injusto”, eso ya lo resolverá cada uno. El verdadero punto es otro: esto no es una medida aislada. Es el primer ladrillo de un modelo donde la movilidad se regula con datos en tiempo real.
Las ciudades quieren menos coches, menos ruido y menos atascos. Y sí, también quieren recaudar. Usar la IA para ajustar tarifas es solo el principio. Lo próximo será aplicar este sistema a peajes urbanos, carriles reservados o incluso a limitaciones por nivel de ocupación del vehículo.
Madrid abre la puerta y la pregunta es evidente: ¿estamos ante el fin del coche individual o simplemente ante un sistema que hará que usarlo cueste cada vez más hasta que deje de compensar? Tú y yo sabemos hacia dónde sopla el viento.
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