EL FUTURO SON LOS BOTONES
¿Se acabaron las pantallas en los coches? En 2026 Euro NCAP penalizará la presencia excesiva de pantallas
Los salpicaderos repletos de pantallas táctiles podrían tener las horas contadas. La organización europea de seguridad vial anunció que, desde 2026, los vehículos que dependan demasiado de interfaces digitales para funciones críticas perderán puntos y verán su valoración de seguridad comprometida. El lujo moderno del “todo pantalla” pasa a estar bajo sospecha

Publicidad
A simple vista, parecía que más pantalla era sinónimo de innovación. Consolas enormes, mandos táctiles prácticamente invisibles, menús para todo… La tendencia de los últimos años ha sido que lo digital engullera los mandos físicos tradicionales. Pero Euro NCAP lo considera ahora una peligrosa distracción y no son pocas las voces de expertos y usuarios que han afirmado lo mismo.
En pocas palabras: si tu coche hace que apartes la vista de la carretera para subir el volumen o cambiar el limpiaparabrisas, estás en desventaja. Los nuevos protocolos que entrarán en vigor en enero de 2026 introducen criterios más estrictos sobre la visibilidad de la información esencial (velocidad, luces, asistencias) y la disponibilidad de mandos físicos.
Significa, básicamente, que los fabricantes tendrán que volver a los botones y palancas para ciertas funciones clave si quieres las cinco estrellas Euro NCAP, aunque el resto del iPad gigante en el salpicadero pueda seguir ahí. No es una prohibición total de pantallas, pero sí un aviso muy claro: “no carguéis todo en la pantalla central”.

¿Por qué este cambio?
La causa tiene nombre propio: distracción al volante. Estudios recientes muestran que apartar la vista del asfalto solo un par de segundos multiplica enormemente el riesgo de accidente. Cuando los sistemas del coche exigen tocar la pantalla o navegar por submenús, se genera exactamente ese peligro. Es más, en España puede ser motivo de multa –nada menos que 200 euros, como tocar el teléfono móvil–.
Durante años, los fabricantes han apostado el todo por el “habitáculo‑tablet”. Menos botones, más minimalismo, más estética digital. Pero Euro NCAP considera que esta moda ha ido demasiado lejos sin considerar la ergonomía real de la conducción, ni tampoco la seguridad..
Así que, en lugar de alabar los salpicaderos digitales, la nueva norma los evalúa con lupa. Los mandos físicos vuelven a tener valor, no por estética retro, sino por seguridad funcional. Porque, seamos coherentes, no tiene sentido que haya que navegar por menús y submenús para cambiar la temperatura de la calefacción, por ejemplo.
¿Qué funciones estarán bajo lupa?
Funciones como el claxon, intermitentes, luces de emergencia y limpiaparabrisas deberán tener control físico independientemente de la pantalla. Si esas acciones fundamentales dependen únicamente de la interfaz táctil, el coche perderá puntos en la evaluación de cinco estrellas.
La información esencial también debe estar siempre visible sin apartar la mirada. Velocidad, estado de los sistemas de asistencia, luces activas… Todo ello se evalúa en el ángulo de visión del conductor. Los paneles se multiplican, pero si no están ubicados correctamente, será un fallo.
No obstante, los sistemas de monitoreo del conductor ganan peso. Detectar distracción, somnolencia o incluso efectos de alcohol o drogas es parte del nuevo protocolo. Las pantallas gigantes quedarán opacadas por lo que sucede en el conductor más que por lo que muestran.

Implicaciones para fabricantes y conductores
Para los fabricantes supone una nueva obligación de diseño. No bastará con incluir otra pantalla más grande; habrá que plantearse qué funciones pasan a botones físicos, cómo se organiza la interfaz y cómo se reduce la distracción.
El conductor verá como el coche “digital” que ya estaba deseando quizás cambie. Las marcas podrían volver a incluir mandos físicos, interfaces más ergonómicas, y quizá algunos recortes en otros apartados como gráficos e indicadores.
Y en el medio, la seguridad vial gana un aliado. Si se adoptan bien estos cambios, podrían reducirse los accidentes vinculados a “mirar mucho la pantalla y poco la carretera”. Que el futuro tenga botones, esta vez, no suena tan mal.
En resumen: la pantalla del coche no desaparecerá, pero sí será reacomodada. Desde 2026, la estrella seguirá siendo pentagonal para los fabricantes, pero ya no bastará con tener “siete pantallas” para presumir. Porque no todo lo que brilla es seguro, y en esta ocasión, más botón puede significar menos susto.
Publicidad





