SIMPLICIDAD EFICAZ
Este coche chino parece aburrido, pero se ha convertido en el BYD eléctrico más razonable que puedes comprar
El BYD Atto 2 no quiere ser el coche más rápido, ni el más llamativo, ni el más tecnológico. Su misión es sencilla: llevarte de A a B sin dramas, con fiabilidad y comodidad. Y, paradójicamente, esa aparente apatía es precisamente lo que lo convierte en uno de los eléctricos chinos más deseados. Este SUV demuestra que la honestidad y la practicidad, a veces, pesan más que los fuegos artificiales.

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Amigos del automóvil, dejad de buscar fuegos artificiales: el BYD Atto 2 vino para recordarnos que, a veces, lo serio — y sin exageraciones — es suficiente. Con una batería de 45,1 kWh y autonomía oficial de unos 312 km, este SUV eléctrico de BYD se apunta al “menos es más” sin complejos.
Basta con que lo conduzcas unos metros por el centro de la urbe para entenderlo: suspensiones suaves, conducción tranquila y un interior cómodo. Nada de pretensiones deportivas, nada de arrancadas asesinas. Solo “llevarte sin problemas”, algo que mucha gente valora y, seamos sinceros, incluso a quienes les gustan los deportivos saben apreciar.
Cuando ves que su precio parte de ~29.990 € (por debajo de 25.000 € tras ayudas), la ecuación se aclara: coche eléctrico accesible sin adornos innecesarios = éxito posible.

Lógica aplastante para el día a día
Desde el primer arranque queda claro que el Atto 2 no pretende asombrarnos por prestaciones puras: sus 177 CV logran un 0‑100 en 8,1 s, lo cual está bien para su filosofía, pero no va a hacerte quedar en la puerta del garaje con el cuentarrevoluciones ardiendo.
En carretera, la dinámica es satisfactoria para el día a día: silencioso, con buen aislamiento y suficiente contundencia para adelantamientos leves. Pero si te metes en curvas o exiges mucho, notarás que la carrocería cabecea, la dirección no es ultradeportiva y los frenos no tienen pedigree deportivo.
Así que, sí: podría considerarse “aburrido” para el entusiasta de las sensaciones puras. Pero eso es parte de su encanto: no se disfraza, no promete lo que no puede cumplir. En su categoría, brilla por honestidad.
Equipamiento justo, precio coherente
Bien merece la pena destacar que en BYD logran una combinación atractiva: versiones Active y Boost bastante próximo en precio y buena dotación para su segmento.
Interior cómodo, techo panorámico, buenos asientos … y cosas que podrían mejorar: por ejemplo, el sistema de infoentretenimiento tiene lagunas de usabilidad, la batería resulta algo escasa para viajes largos y la velocidad de carga rápida es modesta (65 kW en CC, inferior al de muchos rivales).
Por tanto, no es perfecto, pero entrega lo que promete: movilidad respetable, electricidad, ciudad y el extra de “sin sorpresas”. Eso atrae a quien no quiere complicaciones.

¿Para quién es?
Así que si eres de los que aprecia fiabilidad, bajo coste operativo, buen equilibrio entre ciudad e interurbano y no te obsesionas con “acelerar hasta el infinito”, el Atto 2 es una opción muy válida.
Y si vas al revés — quieres tracción total, carga ultrarrápida, 0‑100 de 4 s — tendrás que mirar otro segmento. Este modelo habla de sentido común, no de adrenalina.
Y al final del día, eso mismo es lo que le da valor: que no pretende ser algo que no es, y por ello lo hace bien. Es un eléctrico coherente, que cubre las necesidades de una gran parte de usuarios porque, si lo piensas bien, ¿cuántas veces al año haces viajes largos? Y cuando decimos largos, queremos decir de más de 300 kilómetros. Y después, analiza, ¿de verdad merece la pena gastar más para dos viajes largos al año, como mucho? Aun así, BYD anuncia la llegada a Europa del Atto 2 híbrido enchufable en 2026, por lo que siempre puedes esperar al 2026.
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