PRIMER ALPINE ELÉCTRICO PARA CLIENTES DE COMPETICIÓN
A290 Rallye: el Alpine que te mira raro si no lo ensucias
Hay coches que nacen para brillar debajo de los focos, y otros que solo pueden encontrar su sitio si están llenos de barro. Y ese es el Apine A290 Rallye, el primer eléctrico de la marca diseñado para clientes de competición.

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Imagina comprarte un coche nuevo y tener la mala suerte de que llueve justo el día que lo sacas del concesionario, o que a alguien de tu familia se le ocurre comer dentro de él. Sabes de lo que hablamos, ¿verdad? Al Alpine A290 Rallye no lo podemos meter dentro de este saco, porque es un eléctrico con un lado macarra que se 'enfada' si no lo ensucias.
Alpine cumple 70 años y, en lugar de celebrarlo con una edición especial con detalles dorados, lo han hecho con un coche de carreras eléctrico. No necesita estridencias ni presumir de autonomía, lo único que te 'pide' es tierra y que saques el cronómetro. Y aunque no suene como estás acostumbrado, tiene un espíritu deportivo brutal.
El rallye corre por las venas del A290
Si te interesa mínimamente el mundo del motor, conocerás el A110 y sabrás de sobra que Alpine no es una marca nueva en el mundo de los rallies. Fue leyenda en los años 70 cuando ganaron el primer Mundial de Rallyes de la historia (1973) con coches ligeros, ágiles y también algo nerviosos.
Con el paso del tiempo, Alpine tuvo que sortear algunos baches, pero han sabido mantener siempre el carácter y la personalidad. Ahora, con el A290 Rallye, la marca francesa ha buscado mantener esa esencia al mismo tiempo que se adaptan al futuro eléctrico.
No es ningún showcar de salón, sino que es un coche diseñado para correr rallies de verdad y el primer Alpine eléctrico diseñado para clientes de competición. De hecho, la marca francesa lo va a entregar durante este año a un número limitado de pilotos.

¿Un coche cliente eléctrico?
Alpine no ha querido electrificar por electrificar, ni lanzar al mercado un coche de exhibición con unas cuantas pegatinas bonitas. El A290 Rallye es un proyecto serio, tanto que el coche viene ensamblado en Dieppe, con jaula antivuelco soldada, asientos baquet firmados por Sabelt, freno de mano hidráulico y frenos sobredimesionados (pinzas de seis pistones delante, por si te lo preguntas).
En cifras, 220 CV, 300 Nm y un diferencial autoblocante ZF para que todo eso llegue al suelo. La suspensión está adaptada al mundo del rally con amortiguadores específicos, y las llantas EVO Corse de 18” montan neumáticos Michelin Pilot Sport A.
Y aunque es eléctrico, tiene un sistema de sonido que reacciona a la posición del acelerador y a la velocidad. ¿El precio? 59.990 euros (sin IVA), con el coche completo, pintado y listo para llenarlo de barro. No es precisamente barato, pero si nos fijamos en lo que cuestan otros coches clientes de rally (con motor de combustión), nos damos cuenta de que Alpine ha jugado bien sus cartas.
El rally eléctrico ya está aquí
No llega para ser una excentricidad de la marca ni tampoco es apto para los coleccionistas que quieren guardarlo en el garaje y mimarlo. Llega como una puerta de entrada al rally moderno, electrificado y más sostenible, pero rugiendo en la tierra como lo hacía un Clio R3 de antaño y sin quitarle el toque 'picante'.
De momento, la marca francesa ha confirmado que organizarán un desafío de un solo rally en Francia antes de que termine este año con los pilotos a los que le entregarán el A290 Rallye. También han confirmado que ofrecerán soporte técnico y deportivo —como ya hace Renault en sus copas de circuito y rally—, además de premios, una infraestructura específica para la recarga y tecnologías respetuosas de suministro de energía.
Y aunque es un coche cliente, no está limitado ni mucho menos. Podrá competir en copas monomarca, en campeonatos nacionales o en otras pruebas locales independientes, porque la homologación habilita al A290 Rallye a participar en distintos formatos. De momento, estamos lejos de ver una parrilla 100% eléctrica en el WRC, pero Alpine abre la puerta a esa transición con un coche que te pide barro, que necesita curvas y que le pises sin miedo.
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