Aunque hoy se celebran elecciones generales, no hace mucho de la última vez que la mayor parte de los españoles salieron a ejercer su derecho al voto. Este domingo, son más de 1,6 millones de personas los que votan en unas generales por primera vez y aunque no son los únicos a los que les surgen dudas en medio de los procesos electorales, son los que más desconocen, al menos de primera mano, todos los procesos que hay detrás de unas elecciones como las de hoy.

Una de esas grandes dudas gira en torno al escrutinio. Es la fase decisiva, la que se lleva a cabo, de manera más que ensayada, para saber quién ha sido el partido más votado en cara mesa electoral y en cada circunscripción, la que define quién ha ganado unas elecciones. Aunque tiene diferentes acepciones, el diccionario de la RAE define el escrutinio como el "reconocimiento y cómputo de los votos en las elecciones o en otro acto análogo"; en resumen, el recuento de los votos.

Este escrutinio, recuento o conteo de votos no comienza hasta que se cierra el horario de votación. En condiciones normales, sin incidencias ni suspensiones, los colegios electorales cierran al votante a las 20:00 —aunque todos los que se encuentren en las instalaciones a esa hora tendrán permitido votar, aunque se pasen unos minutos de la hora final, si bien no se deja entrar a nadie más— y es a esa hora a la que empiezan a contarse los votos. Antes de que se conozcan los resultados de este recuento, por cierto, aparecerán las encuestas israelitas o sondeos a pie de urna, una especie de avance del resultado basado en las respuestas de los votantes en los propios centros de votación.

Este proceso de recuento de papeletas se divide en dos fases: el escrutinio provisional y el definitivo, aunque el más importante es el primero porque es el que permite conocer, poco tiempo después del cierro de los colegios, qué partido ha salido victorioso durante el proceso electoral. Cuando el último votante haya depositado su papeleta —o los integrantes de la mesa, si lo han dejado para el final, o incluso los interventores—, se meten en las urnas los sobres los votos por correo. Hay que tener en cuenta que en estas elecciones generales se ha alcanzado un récord en voto a distancia: más de 2,5 millones de votantes solicitaron el voto por correo, dada la coincidencia de los comicios con el periodo de vacaciones por excelencia de los españoles, amén de que también tienen lugar muy cerca del 25 de julio, uno de los festivos grandes del verano. La inclusión del voto por correo en las urnas se hace así:

1. En primer lugar, se abren todos los sobres para comprobar que contienen el certificado de inscripción en el censo y el sobre o los sobres de votación (al Congreso y al Senado).

2. Después, se confirma que los votantes estén inscritos en el censo de esa mesa electoral en concreto.

3. Se introduce cada sobre en su urna correspondiente; los sobres blancos, en la urna del Congreso; los sepia, en la del Senado.

4. Por último, se marca al elector en la lista de votantes de la mesa electoral.

Empieza el recuento de votos de las generales

Y es entonces cuando comienza este primer escrutinio provisional: la persona que haya sido nombrada para presidir la mesa electoral va extrayendo, de uno en uno, los sobres de las urnas. Con cada uno de los sobres, el presidente o presidenta lee en voz alta el nombre de la candidatura por la que se ha votado, enseña la papeleta al resto de la mesa (a los dos vocales) y a interventores y apoderados, en caso de estar presentes.

Posteriormente, tras un periodo de resolución de posibles dudas y protestas, el presidente de la mesa electoral anuncia en voz alta el resultado y los miembros de la mesa lo hacen público a través de un documento conocido como acta de escrutinio. Los representantes de las diferentes candidaturas recibirán una copia del acta, siempre que lo soliciten, así como el representante de la Administración pública presente.

¿Cómo es posible que se conozcan los resultados tan rápido?

Teniendo en cuenta que para estas elecciones generales han sido llamados a las urnas más de 37 millones de personas, hay quien se pregunta cómo es posible que los resultados luego se conozcan tan rápido. Lo cierto es que no hay una hora concreta de publicación de resultados y siempre depende de la complejidad del proceso. En las últimas elecciones, las del 28M, había que contar papeletas de diferentes procesos: en algunas comunidades, había una urna para las elecciones locales; otra, para las autonómicas; otra, para cabildos insulares y otras, para consejos insulares.

Urna elecctoral en las elecciones del 25 de septiembre

En unas elecciones generales el procedimiento es más rápido, porque sólo hay dos urnas: una, para recibir las papeletas con las que se decidirá la conformación del Congreso de los Diputados y otra, para la del Senado. Y una vez que se terminan de contar los votos, se activa la "compleja" maquinaria que prevé el "avanzado procedimiento de transmisión de la información" relativa a los resultados: para cada mesa electoral hay un representante de la Administración pública que, una vez terminado el recuento de votos, recibe del presidente de la mesa la copia del acta de escrutinio con los resultados de esa mesa en concreto.

Este representante de la Administración "transmite los datos a un centro de recogida y al Centro de Totalización de Datos", tal y como explica el Ministerio de Interior, y a medida que se van recibiendo los datos, "se van aplicando las fórmulas correspondientes". Estos datos son los que se van 'volcando' y de los que se hacen eco, por ejemplo, los diferentes medios. Aquí, en laSexta.com, puedes ir viendo los resultados de las elecciones en tiempo real.

Los resultados definitivos de las elecciones, a finales de mes

Si bien esta noche ya se sabrá quién ha ganado las elecciones generales, que son los datos totales de la suma de los resultados de cada acta de escrutinio, éstos no serán oficiales hasta que se publiquen en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Y es aquí donde empieza la segunda fase del recuento de votos, el escrutinio definitivo, que tiene lugar a partir del quinto día después de la votación. En el caso de las elecciones generales de hoy, el escrutinio definitivo tiene lugar entre el 28 y el 31 de julio de 2023 y en él no se puede anular ningún acta ni voto, sino que la Junta se limita a verificar el recuento y la suma de votos en cada mesa electoral según las actas o copias de las actas. En caso de que haya algún error, este es el momento en el que se subsana.

La mesa electoral, imprescindible para todo el proceso

Durante todos los procesos que tienen lugar el 23J (o cualquier otro día de elecciones), la mesa electoral es clave. Entre sus funciones están la de asistir y presidir el acto de la votación en sí, controlar el desarrollo de las elecciones y realizar el recuento de votos. Cada mesa electoral está integrada por una persona que preside la mesa y dos vocales, ambos cargos elegidos por sorteo entre las personas censadas en cada circunscripción electoral, compuesta entre 500 y un máximo de 2.000 votantes.

Teniendo en cuenta que las elecciones generales este año tienen lugar en plenas vacaciones, serán muchos los que después de haber sido convocados para integrar la mesa electoral habrán presentado sus debidas excusas. De hecho, este año se modificó la lista de excusas para librarse de la mesa para incluir también las vacaciones reservadas antes de que fueran convocadas las elecciones. No obstante, todos aquellos cuyas excusas no fueran aceptadas han de presentarse igualmente, aunque sean suplentes; de lo contrario, estarían incurriendo en un delito electoral.

Para ser elegido como vocal de una mesa electoral es imprescindible saber leer y escribir y tener menos de 70 años, aunque los mayores de 65 pueden renunciar si se hace en plazo. Los elegidos para presidir la mesa electoral, no obstante, se eligen entre los votantes que tengan un título de Bachillerato o Formación Profesional o, de forma subsidiaria, con el grado escolar.