El PSOE trata de recuperar posiciones tras el batacazo electoral del domingo. El 28M tiñó de azul un mapa marcado por la incapacidad de las formaciones a la izquierda de los 'socialistas' de 'colarse' en los parlamentos autonómicos al no alcanzar, en muchos casos, el 5% del voto. El PSOE perdió escaños en casi todas las autonomías pero, incluso en las que se quedó rozando la victoria, una alianza PP-Vox amenaza con desbancarles de la presidencia.

Es el caso, por ejemplo, de Extremadura, donde los 'socialistas' superaron en votos a los 'populares', pero el empate de escaños en minoría en el bipartidismo obliga a mirar hacia la tercera fuerza, Vox. Allí, el PP y la extrema derecha suman más diputados. El hasta ahora presidente de la región, Guillermo Fernández Vara, ha anunciado que el PSOE "va a intentar gobernar"porque ganó las elecciones y se presentará a la investidura como presidente de la Junta. Si no es elegido, ya ha anunciado que iniciará un proceso de "relevo en el PSOE".

Todo después de que el presidente de Extremadura sopesase la idea de volver a su plaza de médico forense. Un día después de asumir su derrota técnica, Vara defiende que es "incuestionable" que el PSOE ganó las elecciones autonómicas, las municipales y las diputaciones provinciales de este pasado domingo, por lo que ahora "falta por saber es si puede gobernar quién ganó las elecciones, o van a gobernar los que han perdido".

Una postura en línea con lo defendido por Alberto Núñez Feijóo durante su año al frente de la formación a nivel nacional. El líder del PP ha sostenido en numerosas ocasiones su interés porque gobierne siempre la lista más votada.

Los 'socialistas' también lo intentarán en Aragón, donde la situación es bastante diferente. El PP arrasó con 28 escaños, 12 más de los obtenidos en 2019. El PSOE le sigue con 23 que, sumados a los 3 de CHA, 3 de Existe y los 3 que suman Podemos, IUA y PAR, podrían superar a los de los 'populares'.

Sin embargo, los 7 de Vox podrían darle la llave de Gobierno a Azcón (PP), que ya ha anunciado que buscará ir en solitario. El PSOE no facilitará un gobierno del 'popular' en minoría y, de hecho, tratará de conformar una mayoría alternativa si no pacta abiertamente con la extrema derecha.

El PP, entretanto, se encuentra en la encrucijada de intentar formar gobierno en las ocho comunidades en las que podría hacerlo. No obstante, en seis de ellas precisa del apoyo de Vox, un hecho que desde la directiva nacional Feijóo ha tratado de declinar durante su mandato al frente de la formación.

La dirección nacional del Partido Popular ha asegurado que tras las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo no renuncia "a la posibilidad de conformar gobiernos sólidos" y "estables" que sean "solo" de sus siglas, lo cual "es difícil" pero "tampoco es imposible" y esa es la voluntad, según indicó el portavoz de campaña del PP y vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta, Borja Sémper, en una entrevista en TVE.

Un reto que mantiene a apenas 50 días de las elecciones generalesy con un PP liderado por un Feijóo siempre ha abogado por "unir al centroderecha" para impulsar una mayoría absoluta de los 'populares' y evitar pactos incómodos.

Sin embargo, ni el PSOE ni Vox lo pondrán fácil. Con el giro en la estrategia de los 'socialistas', la realidad tras el 28M obliga al PP a pactar con la extrema derecha, que ya ha advertido de que no entregará 'gratis' sus votos. Desde la directiva nacional, Abascal insta a Feijóo a formar una "derecha alternativa" desde los ayuntamientos y las autonomías. "El PP debe elegir si pacta con nosotros o toma otro camino. Nuestra mano está tendida", ha expuesto Abascal en su primera conferencia de prensa tras las elecciones del 28M.