Amnistía, amnistía... amnistía. Ha sido quizá la palabra más repetida por Alberto Núñez Feijóo este martes, durante su discurso de investidura en el Congreso de los Diputados. El líder de lo populares, sabedor de que llegaba al hemiciclo sin los apoyos necesarios para ser el nuevo presidente del Gobierno, ha planteado su intervención casi a modo de moción de censura contra Pedro Sánchez, a quien no ha parado de afear sus contactos con los partidos nacionalistas e independentistas. Ha llegado a acusar al líder del Ejecutivo en funciones de llevar a cabo una "gran falacia".

"No es cierto que la investidura del próximo presidente del Gobierno tenga que pasar irremediablemente por aceptar todas las exigencias del independentismo", ha apuntado Feijóo, aseverando en contraposición que no ha pedido "consentimiento" a los españoles para negociar el perdón al independentismo catalán. "Los españoles no votaron que fueran decisivos al otorgarle tan solo el 5,5% de la totalidad de los votos", ha expuesto el presidente de los populares.

Para reforzar sus críticas contra Sánchez, Feijóo ha llegado a afirmar que ninguno de los anteriores presidentes del Gobierno se verían "capaces" de pactar lo que, según ha insistido, los independentistas demandan. Y ha añadido: "Es la misma respuesta que habrían dado todos los secretarios generales del PSOE, del primero a Rubalcaba". Frente a esa coyuntura, el candidato del PP ha esgrimido de forma breve sus planes relativos a esta cuestión en el remoto caso de que lograse en este debate de investidura los números suficientes para llegar a la Moncloa.

Feijóo ha propuesto endurecer el Código Penal en lo referido al delito de malversación e introducir el de deslealtad institucional. "Debemos reforzar los instrumentos para proteger la dignidad del Estado, incorporando al Código Penal un delito de deslealtad constitucional, como ocurre en la mayoría de países de nuestro entorno, y volviendo a incrementar las penas de malversación de fondos públicos", ha expresado en el Congreso, recordando que "es mentira que no haya alternativa" a la amnistía: "Por supuesto que hay otro camino".

Un camino que pasa por su investidura. "Tengo a mi alcance los votos, pero no acepto el precio", ha añadido Feijóo, que no obstante ha pedido el voto de todos los parlamentarios; también, a los nacionalistas, proclamándose para ello "sensible al autonomismo" y a las "particularidades territoriales". "Jamás les diré que sí a todo, pero no tengo ninguna duda de que a Cataluña y al País Vasco les vendría bien un presidente del Gobierno que no vaya a engañar a sus ciudadanos", ha apuntado.

Entre guiños y propuestas

Frente a esa extensa crítica, Feijóo ha encontrado huecos para mostrar su agradecimiento a los partidos que sí hicieron público su apoyo a la candidatura del popular: "A los 33 diputados de Vox les agradezco su respaldo responsable y generoso. Porque con todas nuestras discrepancias, y pese a ser la tercera fuerza electoral del país, no lo han condicionado a su presencia en el Gobierno. Igualmente, he obtenido el apoyo de Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro, garantizada sin más contrapartidas que las ya expuestas públicamente. Agradezco también su confianza".

Durante la hora y media que ha durado el discurso de investidura, Feijóo ha aprovechado para tocar otras cuestiones que entiende trascendentales para España. A destacar, su propuesta de seis Pactos de Estado: "España debe afrontar reformas y, para que sean sólidas, solo cabe un camino a la vista del resultado electoral. Es el que hizo posible los Pactos de La Moncloa. O el Pacto de Toledo. O el Pacto Antiterrorismo. El Pacto contra la Violencia de Género. O, espero, el Pacto para reformar el artículo 49 de la Constitución, prácticamente cerrado en la pasada legislatura y que propongo materializar en este período de sesiones con las condiciones pactadas".

Asimismo, ha entrado a valorar la cuestión económica del país, apostando por políticas para "recuperar la clase media": contribuir a la actividad económica y a la creación de empleo con captación de nuevas inversiones y patrimonios extranjeros. Hacer más atractiva la vida en el rural, con una política de impuestos cero en estos entornos. Y mejorar la equidad de las cargas tributarias, sobre todo buscando el alivio de las familias con menos recursos y clases bajas y medias. Estas son algunas de sus propuestas en esta materia.

Feijóo también se ha referido a la transición ecológica para indicar que, si bien cree en ella, no acepta una "dictadura activista en ningún caso". "Necesitamos un mapa energético seguro, que reduzca nuestra dependencia de un gas y un petróleo que no tenemos", ha clamado el candidato, quien tampoco cree que "la estrategia energética y ambiental se reduzca a limitar el crecimiento y a imponer un determinado modo de vida". Para concluir su discurso, Feijóo se ha ofrecido al diálogo "con todos" y ha prometido ser un "presidente de fiar".