Cuando a una mujer no le viene la regla, su primer pensamiento suele ser la posibilidad de un embarazo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no es la única causa que puede provocar la amenorrea, que es el término con el que se conoce a la ausencia de menstruación. 'Amenorrea' es una palabra que viene del griego, compuesta por el prefijo 'a' (negación), al que le sigue 'men' (mes) y 'rhein' (fluir), todo ello cerrado con el sufijo '-ea', que indica relación: es decir, amenorrea es literalmente la ausencia del flujo mensual, es decir, la ausencia de la menstruación.

Lo primero que hay que hacer es entender que existen dos tipos de amenorrea: la primaria es la que hace referencia a la ausencia de regla en personas de entre 14 y 16 años, aún en crecimiento y desarrollo. En este caso, la causa más frecuente de la amenorrea está relacionada con la variación de los niveles hormonales. La amenorrea secundaria es la que tiene lugar en personas que ya han menstruado previamente y que, por diferentes razones, tienen ausencia de menstruación durante varios meses seguidos, más o menos en función de la regularidad del ciclo menstrual de cada persona.

¿Por qué no me baja la regla?

  • Estrés
  • Pérdida brusca de peso
  • Sobrepeso u obesidad
  • Síndrome de ovario poliquístico (SOP)
  • Desequilibrios hormonales
  • Ejercicio físico extremo
  • Uso de anticonceptivos
  • Consumo de algunos medicamentos
  • Menopausia temprana
  • Enfermedades graves

Existen muchas y diferentes razones por las que a una persona puede no bajarle la regla. En estos casos, la preocupación no ayuda: el estrés es una de estas causas, y preocuparse por la ausencia de una regla puede empeorar la situación. Si bien es cierto que existen algunos 'trucos' o remedios naturales para hacer que baje la regla de manera natural —como son hacer ejercicio regular o hacer algo de meditación o ejercicios de relajación—, es bastante complicado 'forzar' una menstruación, al igual que lo es 'forzar' el retraso de una regla para, por ejemplo, evitar tener la menstruación durante un viaje concreto.

A lo largo de los años, hay diferentes causas normales, del transcurso de la vida, que hacen que una persona pierda su menstruación: estas son el embarazo, la lactancia y la menopausia. Sin embargo, otros factores externos pueden alterar los ciclos menstruales, hasta el punto de que la regla desaparezca durante uno o varios meses. Estas son las causas más comunes de la amenorrea:

1. No me baja la regla... por estrés

El estrés y los estados de ansiedad afectan a la salud en general, y también a la salud menstrual. Esto se debe a que durante periodos de estrés, aumenta la secreción de la conocida como hormona del estrés, el cortisol. Una cantidad excesiva de cortisol altera el funcionamiento del hipotálamo, encargado de controlar la generación de diferentes hormonas, y reduce los niveles de estrógenos.

Y cuando todo este sistema falla, falla todo lo demás: es aquí donde se puede producir una anovulación, es decir, no se ovula, por lo tanto no tiene lugar la menstruación (recuerda que la regla es, al fin y al cabo, la eliminación de un óvulo no fecundado, sin óvulo no hay regla). Esta es, más o menos, la explicación acerca de por qué quedarse embarazada estando estresada es más difícil: si los niveles de cortisol son altos y tiene lugar una anovulación, no hay óvulo que fecundar.

¿Cuánto puede durar una ausencia de regla por estrés? Si el estrés o ansiedad es una situación puntual, la ausencia de regla puede ser, simplemente, un retraso de unos pocos días. Pero si el estado de estrés es crónico y constante, la persona puede estar sin que le venga la regla durante varios meses. Es en estos casos en los que es recomendable acudir a un médico.

¿Cómo puedo hacer que me baje la regla si no me viene por estrés? Existen algunas recomendaciones comunes para reducir el estrés y activar las hormonas de la felicidad, antagónicas del cortisol, que van desde hacer deporte de manera regular, ejercicios de respiración, relajación o meditación hasta seguir una dieta sana y equilibrada. Eso sí, cuando el estrés se convierte en un problema crónico, lo mejor es acudir a un médico, ya que las terapias psicológicas pueden ayudar mucho a superar este problema y, por lo tanto, reducir los problemas derivados de la ansiedad o el estrés.

Imagen de una persona con estrés

2. Ausencia de regla por pérdida de peso

Cuando el peso corporal de una persona es excesivamente bajo llegan algunas complicaciones. Esto no quiere decir que estar delgado implique necesariamente una amenorrea, pero cuando se alcanza un peso en torno al 10% por debajo de lo normal, las funciones hormonales del cuerpo pueden verse interrumpidas, por lo que tiene lugar, una vez más, la anovulación. Ante la ausencia de óvulos, llega la falta de regla. Esta es la razón por la que las mujeres con anorexia o bulimia tienden a ver detenidos sus ciclos menstruales durante un periodo determinado de tiempo.

Tal y como explican desde la clínica Arnott Ginecólogos, es frecuente que la regla desaparezca en personas que "siguen dietas extremas, llamadas 'dietas milagro', para perder peso lo más rápidamente posible". Con una pérdida brusca de unos cuatro kilos ya es posible que tenga lugar la amenorrea, pero también cuando se modifica la dieta a, por ejemplo, una dieta vegetariana, sin periodo de adaptación previa. En estos casos, la menstruación suele 'regresar' a la normalidad una vez que se restablezcan unos hábitos saludables y equilibrados en la dieta.

3. Falta de regla por obesidad

Desde el centro LIMARP explican cómo el sobrepeso puede provocar ciclos menstruales irregulares e incluso amenorrea. Esto se debe "a los altos niveles de estrógeno", que se almacena en la grasa del cuerpo: el sobrepeso y la obesidad pueden hacer que el cuerpo produzca una cantidad excesiva de esta hormona, lo que altera todo el ciclo menstrual.

Pero no sólo esto. La obesidad también puede provocar una menopausia adelantada o incluso favorecer la aparición del síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), así como una mayor tasa de fallo en técnicas de reproducción asistida.

4. La regla y el SOP

El síndrome de ovarios poliquísticos es una afección en personas con un alto nivel de andrógenos y que puede provocar, entre otras cosas, problemas en la piel, aumento de vello, resistencia a la insulina, infertilidad, irregularidades menstruales y presencia de pequeños quistes en los ovarios. Se trata de un síndrome que afecta a entre un 5% y un 10% de las mujeres en edad reproductiva, y sí, también puede provocar amenorrea.

Cuando en los ovarios se encuentran estos pequeños quistes, en muchos casos el cuerpo es incapaz de 'soltarlos', por lo que se produce la anovulación. Según el sistema de salud público de Reino Unido, se estima que un 33% de los casos de ausencia de regla se explican por este síndrome.

5. Los desequilibrios hormonales y la regla

Además del síndrome de ovarios poliquísticos, la ausencia de regla se puede deber a otro tipo de alteración hormonal. Las hormonas afectan en gran medida a la salud reproductiva. Entre los problemas más frecuentes que pueden provocar una amenorrea están los relacionados con la tiroides, que segregan hormonas que controlan el metabolismo. Una glándula tiroides hiperactiva (hipertiroidismo) o hipoactiva (hipotiroidismo) puede provocar irregularidades en la menstruación, y también la anovulación y, por lo tanto, la falta de regla.

Lo mismo ocurre cuando la persona tiene un tumor pituitario. Ojo, porque aunque se trate de un tumor benigno (no canceroso), cuando afecta a la pituitaria también se interfiere en la regulación hormonal de la menstruación, por lo que también puede provocar que la regla no baje, se retrase o aparezca de manera irregular.

6. Falta de regla por deporte excesivo

No son pocos los estudios que alertan de la prevalencia de amenorrea en deportistas de élite. Según algunos informes, la ausencia de regla es más frecuente en la población deportista, con una prevalencia de entre el 3,4% y el 66%. Si bien la práctica de deporte y ejercicio de manera moderada es una recomendación médica común, cuando hablamos de deporte extremo la situación puede cambiar.

La causa de la ausencia de regla cuando se practican deportes intensos puede estar relacionada con varios factores, entre ellos el bajo peso de las deportistas —que, como ya hemos explicado, puede alterar las funciones hormonales— y el estrés al que se someten durante las competiciones. Con el deporte excesivo también pueden darse otras alteraciones en la salud reproductiva: si bien puede que la menstruación continúe, es posible que una disminución de la secreción de progesterona afecte a la fertilidad, por lo que también pueden darse casos de mujeres deportistas de élite con fallos en la implantación del embrión tras un embarazo o abortos precoces.

Una mujer haciendo estiramientos después de practicar deporte

7. Los anticonceptivos y la menstruación

Cuando una persona comienza a tomar anticonceptivos ha de saber que lo que hace es paralizar la ovulación. Y, como ya hemos dicho en varias ocasiones, sin ovulación no hay regla. Aunque hay diferentes tipos de anticonceptivos, todos los que sean hormonales (píldoras, parches, anillos o DIU, por ejemplo) lo que hacen es inhibir la ovulación. Al tomar anticonceptivos, la 'regla' que se tiene no es realmente una menstruación, sino que es un sangrado que ocurre como respuesta a la ausencia de hormonas, tal y como señalan desde Flo.

8. Ausencia de regla y medicamentos

Además de los anticonceptivos, existen muchos medicamentos que pueden afectar a los ciclos menstruales. Fármacos como los antidepresivos o antipsicóticos, por ejemplo, afectan a la dopamina; otros, como los antialérgicos, los fármacos para controlar la presión arterial o los medicamentos quimioterapéuticos también pueden afectar a los ciclos y, por lo tanto, paralizar la regla. Otros medicamentos que hay que tener en cuenta a la hora de valorar si la amenorrea está provocada por el consumo de fármacos son los corticoides y los anabolizantes. En cualquier caso, es imprescindible acudir al médico para evaluar la salud reproductiva y comprobar si realmente el uso de este tipo de productos está afectando a la menstruación.

9. Cuando la regla desaparece pronto (menopausia temprana)

Si bien la menopausia es una causa natural de la desaparición de la regla, hay que tener en cuenta que se considera natural siempre que esta fase llegue a la persona en torno a los 50 años. Cuando la menopausia llega antes de esta edad se considera que estamos ante un caso de menopausia temprana o precoz, que afecta a en torno al 1% de las personas menstruantes.

Según el Manual MSD de consulta para médicos y farmacéuticos de Estados Unidos y Canadá, la menopausia temprana o precoz tiene lugar cuando, antes de la edad normal de menopausia, los ovarios producen una cantidad muy baja de estrógenos (o ninguna en absoluto). En estos casos, la ovulación se detiene y, por lo tanto, no hay regla. No obstante, hay que tener en cuenta que en algunos casos los ovarios recuperan su 'función normal' durante un periodo de tiempo y liberan uno o varios óvulos, permitiendo el embarazo y, en el caso de que éste no sea fecundado, provocando una menstruación.

10. Las enfermedades que afectan a la regla

Otra causa común de la desaparición de la regla es la presencia de alguna enfermedad no mencionada anteriormente. Es el caso, por ejemplo, de una diabetes no controlada, especialmente con diabetes tipo 2, condición que aumenta el riesgo de anovulación. Tener cáncer también puede ser un factor importante en la desaparición de la menstruación, aunque más que por la enfermedad, por el tratamiento: la quimioterapia y la radiación para algunos tipos de tumores pueden destruir las células que producen estrógenos y óvulos, provocando así la anovulación y, por lo tanto, la amenorrea.

Embarazo, lactancia, menopausia y regla

Más allá de estas 10 causas de la amenorrea, que implican un funcionamiento anormal de alguna parte del cuerpo humano, también existen causas naturales que pueden provocar la ausencia de regla. Y sí, estamos hablando del embarazo, pero también de la lactancia y la menopausia.

Durante el embarazo, cuando un óvulo ha sido fecundado y se implanta el embrión en el útero, se paraliza la maduración de nuevos folículos, por lo que durante el embarazo no hay nueva ovulación. Es posible, en casos en los que haya una determinada alteración hormonal durante las primeras semanas del embarazo, que se dé una ovulación, aunque se trata de casos extremadamente raros. Con la menopausia pasa algo similar: cuando el que el cuerpo de la persona alcanza una cierta edad, los ovarios dejan de producir estrógeno y progesterona y se dejan de liberar óvulos, por lo que se detiene la menstruación. A diferencia de lo que ocurre con la menopausia, después del embarazo el ciclo se 'desbloquea' y el cuerpo vuelve al estado anterior, por lo que sus ovarios vuelven a liberar óvulos y se recupera la ovulación y, por lo tanto, la menstruación o la posibilidad de embarazo.

No obstante, esto no ocurre de manera inmediata siempre. Al finalizar el embarazo, si la madre pasa al periodo de lactancia, tampoco tendrá la regla. Esto ocurre porque durante el tiempo en el que se mantenga la lactancia, aumenta la producción de prolactina, la hormona encargada de estimular la secreción de la leche a través de acción directa sobre las glándulas mamarias. La prolactina provoca el bloqueo de otras hormonas, como la foliculoestimulante (FSH) o la luteinizante (LH), que estimulan a los ovarios para desencadenar la ovulación. Mientras la prolactina está alta, se detiene la ovulación y, por lo tanto, no se menstrúa.

¿Se puede decir que la lactancia es un anticonceptivo? Más o menos, sí. Con muchos peros. Este tipo de método anticonceptivo se conoce como amenorrea de la lactancia (LAM) y es relativamente eficaz en los primeros meses después del parto, siempre y cuando la lactancia sea exclusiva y frecuente (tomas entre cuatro horas de día y hasta seis horas de noche): la succión frecuente altera la secreción de la hormona LH y la ovulación se detiene. Cuando el bebé empieza a introducir otros alimentos, la frecuencia en las tomas aumenta, por lo que ya existe riesgo de ovulación y, por lo tanto, de embarazo (o menstruación). Además, deja de ser eficaz cuando baja el periodo.