Olmedo, la villa de los siete sietes y del Caballero de Olmedo

Olmedo se encuentra en Valladolid; en esta villa vivió Pedro el Cruel y fue conquistada por el infante Don Alfonso, que no llegó a entrar en la ciudad, pasando ésta a manos de la princesa Isabel, que se convertiría más tarde en Isabel la Católica. Un refrán popular da constancia de la importancia histórica de la villa: “Quien señor de Castilla quiera ser, a Olmedo de su parte ha de tener”.

De su importancia histórica dan fe la cantidad de construcciones monumentales que posee, fue llamada “la villa de los siete sietes” ya que poseía siete plazas, siete iglesias, siete conventos, siete arcos o puertas de entrada, siete casas nobles, siete fuentes y siete pueblos de su alfoz -terrenos que rodeaban y dependían económicamente de la villa-. Y también fue inmortalizada por Lope de Vega con su famoso Caballero de Olmedo.

Haremos un recorrido por alguno de los lugares más emblemáticos de esta localidad para conocer su pasado medieval y sus edificaciones mudéjares, así como unos alrededores maravillosos para hacer rutas de senderismo.

El Arco de San Miguel y las murallas

Este arco se abre entre las murallas y era la zona de más trasiego de entrada desde los territorios de Extremadura al núcleo de población de Olmedo. Sus murallas son mudéjares, con las cajas de mampostería separadas por hiladas de ladrillo, el mismo que es usado en los ángulos y en el arco de entrada.

La farmacia de Olmedo se encuentra instalada en la antigua casa de los Dávila, tiene una decoración floral característica de la arquitectura civil abulense en la que destacan pequeñas figuras en los laterales en las que se aprecia una dama y un caballero ataviado con ropajes medievales. Como anécdota podemos decir que esta casa fue la residencia de los abuelos maternos de Santa Teresa y ella pasó aquí parte de su infancia.

Es un convento que se construyó sobre las casas donde vivió Francisca de Zúñiga, quien las donó a las dominicas. Tiene una iglesia barroca que consta de una sola nave de ladrillo y hormigón con una cubierta de bóveda de arista. En el retablo mayor hay una escultura de Santo Domingo de Guzmán y una tabla de la Anunciación del siglo XVI.

Es un antiguo convento franciscano en el que ahora está la sede del museo local de la Semana Santa. Fue fundado en 1516 y conserva interesantes pinturas y esculturas, además de una reja románica en forma de mariposa y un precioso artesonado del siglo XVI.

Es una joya del mudéjar de Olmedo construida con su típico ladrillo. En la nave del templo se encuentra un sepulcro que revela la convivencia en la época de las tres culturas, judía, árabe y cristiana, en la decoración ornamental del mismo: hay motivos decorativos de formas vegetales junto con las estrellas de David y la letra grabada de un texto en cristiano. En esta misma nave también hay un retablo plateresco de inspiración flamenca. En el presbiterio destaca un retablo barroco sin policromar del siglo XVIII.

Bajando las escaleras nos encontraremos la cripta de la Virgen de la Soterraña, la patrona de Olmedo. Una escultura de la Virgen del siglo XIII preside el retablo. Esta escultura comienza a vestirse en el siglo XVI con un manto que le regalaría la reina Margarita de Austria. El retablo está coronado por cuatro virtudes: fortaleza, esperanza, fe y templanza.

Olmedo es conocido en todo el mundo por la obra de Lope de Vega El Caballero de Olmedo y por la popular copla: Que de noche le mataron al caballero, la gala de Medina, la flor de Olmedo. Para homenajearlo, se fundó en la plaza de San Julián en el año 2005 el Palacio del Caballero de Olmedo, una visita turística a través de la historia, de Castilla, de Olmedo y del Siglo de Oro.

Y no podemos irnos de Olmedo sin descubrir el Parque Temático del Mudéjar de Olmedo. Han construido un parque temático único en Europa en el que, junto con zonas de paseo, juegos de agua, dos lagos y varios trenes en miniatura que lo recorren, pueden contemplarse réplicas exactas y a escala del arte mudéjar de Castilla y León. Se ha creado una zona de ocio y recreo que consigue ser un punto de encuentro de culturas y una forma de disfrutar de la historia, del arte y del ocio.

No olvidemos que Olmedo se encuentra integrado en la comarca de Tierra de Pinares, un paisaje característico de llanura y suaves ondulaciones con cerros aislados como El Alto o el Telégrafo, que le hacen un lugar inmejorable para contemplar la meseta castellana y su naturaleza. Y, por último, podemos terminar la jornada relajándonos en el Balneario Villa de Olmedo que cuenta con aguas mineromedicinales y entre otros, tiene baños de vapor, lodos y masajes bajo la ducha o manuales.

Todo son alicientes para visitar la villa del Caballero de Olmedo y sus siete sietes.

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