Bucear en una Reserva Mundial de la Biosfera, Maldivas

El atolón Baa es la única Reserva Mundial de la Biosfera de Maldivas. En este pequeño enclave rodeado de aguas cristalinas se encuentra un arrecife de coral cuya vida bulle gracias a un gran número de especies, entre las que destacan las tortugas marinas y las mantas-rayas. En la isla privada de Kunfunadhoo, en pleno atolón, y junto a un bosque tropical de 40 hectáreas, se encuentra un hotel que lleva el lujo marino a una nueva dimensión. Se trata del Soneva Fushi, uno de los últimos socios de la cadena Relais & Chateâux, compuesto por villas que se integran a la perfección en las playas de arena blanca que rodean el lugar. El punto fuerte es su oferta en actividades de buceo. Por un lado, es posible contratar un programa que incluye siete días de inmersiones en el arrecife, pero también la posibilidad de realizar snorkell junto a una bióloga marina, que guiará a los huéspedes interesados a través de las curiosidades del atolón. En cuanto a las instalaciones en sí del hotel, el Soneva Fushi cuenta con villas de entre uno y cuatro dormitorios. La de mayor capacidad se llama Jungle Reserve y es toda una mansión con techos de paja y estructura polinésica, con piscina privada que rodea parte del edificio, engullido en la foresta. Grandes camas con doseles, sofás de diseño en vivos colores africanos y rincones salpicados donde descansar forman un conjunto irrepetible. Además, el complejo cuenta con un spa en el que es posible gozar de tratamientos en los que se usan aceites de coco realizados por artesanos de las propias Maldivas, así como piedras calientes tibetanas. Con la experiencia de Six Senses, sus terapias holísticas cuentan con las mejores hierbas medicinales y se puede incluso solicitar realizar yoga en la playa. De junio a noviembre es posible ver a las ballenas en plena migración y dicen que, si hay suerte, también se pueden ver tiburones ballena. Lo que está asegurado son langostas, pulpos e incluso plancton bioluminiscente. ¿Alguien da más?